La agresión contra multitudes pacíficas puede funcionar en el Tíbet pero no puede defenderse en una democracia occidental. En el conflicto entre justicia formal y justicia natural, acaba prevaleciendo siempre la justicia natural. Las Constituciones están para servir a los ciudadanos, no a la inversa. En vez de sostener el Estado de derecho como pretendía, Rajoy ha acabado dañando la legitimidad del Estado español.
«It is not too late to stop the break-up of Spain», editorial en The Economist ; London, The Economist Newspaper Limited, 5 octubre 2017 (extr. y trad. La Litera información)