Volvió a opinar el señor Lamban sobre asuntos de nuestra zona oriental y de paso empeorar todavía más si cabe las relaciones con nuestros vecinos catalanes.
A este señor le da igual que durante más de 500 años formáramos parte ambos pueblos (el aragonés y el catalán) de una misma corona, la Corona de Aragón, y así mismo tuviéramos un mismo destino federal junto con el pueblo valenciano, respetándonos los unos a los otros en un ejemplo de convivencia entre pueblos soberanos. Pero eso a él le da igual, como también le da igual- hasta le molesta diríamos- que la zona oriental de la provincia de Huesca tenga un eje privilegiado de relación cultural y económica con la provincia de Lérida, mas una personalidad propia que debe ser respetada en la región aragonesa, mal que le pese a nuestro baturro presidente.
Y digo todo esto porque sus opiniones se ciñeron esta vez al litigio de los bienes eclesiásticos de la parroquias de la franja aragonesa y la ejecución provisional de la sentencia dictada por el Juzgado de 1 Instancia de Barbastro, llegando a manifestar que “ si los bienes no llegaban voluntariamente al Museo de Barbastro, él (por el gobierno de Aragón, suponemos) por sus medios los iría a buscar pues ya sabía como hacerlo “.
Por la forma de expresarse y la fobia y odio que transpira habitualmente contra todo lo catalán desde hace años, a algunos nos cupo la duda de si los métodos iban a ser los jurídicos o de otro tipo.
En cuanto a sus impulsos en el sentido comentado, más vale que se los haga mirar; eso sí, quedó la mar de bien con todo el entorno anticatalán que él y sus aliados de la caverna han venido fomentado desde hace años, pero con quien no quedó tan bien fue con el pueblo Barbastro, que esos mismos días había convocado una manifestación debido a que su ambulatorio de asistencia primaria se aloja –suponemos provisionalmente- en unos vergonzosos barracones prefabricados instalados en unos terrenos y por los que satisface la DGA 2.500 euros al mes.
Tan obsesionado como andaba con los bienes de las parroquias de la Franja, se le olvidó este pequeño detalle y no le dedicó ni una sola palabra, a pesar de que la manifestación fue todo un éxito por su numerosa concurrencia. Como igualmente también siguió mudo con la indignante falta de recursos y medios del Hospital de Barbastro, que en gran medida atiende a toda la zona oriental de la provincia. Ya lo hemos dicho en varias ocasiones : comparativamente con San Jorge en Huesca capital y una misma población asistencial a cargo de ambos hospitales ( 110.000 pacientes a cada uno de los ellos), el de Barbastro cuenta con 133 médicos por 202 el de San Jorge ; y en cuanto a enfermería, 194 por 279.
Los habitantes de la zona oriental le importamos a este señor un comino, y ya no te digo los que hablan catalán. Lo único que importan a este señor es fomentar hogueras y destruir la convivencia de dos pueblos, que siempre fueron vecinos con todo respeto y se necesitan el uno al otro.
Con estos comportamientos, cuanto menos venga por aquí, mejor.
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