Una velada de jazz clásico con Eva Llorens & Manu Moreno Sextet

Texto e Imagen: Jaume Garcia Castro

 

 

 

Binéfar, 13 de marzo de 2015.- El salón de plenos del Ayuntamiento de Binéfar se convirtió por un par de horas en una sala de conciertos en la primera de las actuaciones programadas en el Fin de Semana de Música Vocal organizado por la Concejalía de Cultura de dicho ayuntamiento.

Los encargados de abrir este Fin de Semana de Música Vocal fueron la formación jazzística Eva Llorens & Manu Moreno Sextet, formada por Eva Llorens a la voz, Manu Moreno a la guitarra, Jaume Sanchis a los saxos, Jorge Varela al piano, Fernando García Ramos a la batería y el profesor de la Escuela Municipal de Música de Binéfar, Leo Ferrer, al contrabajo. El conjunto ofreció un repertorio de temas compuesto de una buena cantidad de standards combinada con otros temas menos conocidos, prácticamente todos de las décadas del 20 al 50, con alguna incursión en los 60. En la actuación de ayer, además, se animaron a homenajear a dos grandes figuras del jazz, como son el trompetista y vocalista Chet Baker y la cantante Sarah Vaughan.

Antes de entrar en detalles, hemos de decir que, probablemente, el salón de plenos del ayuntamiento sea el espacio público con mejor acústica de todo Binéfar. Ya descubrimos esa circunstancia el año pasado con la magnífica actuación, en febrero de 2014, de Ama Lur (Arantxa Armentia, voz y Teresa Vilaplana, piano). El espacio es lo suficientemente grande como para organizar un buen concierto y lo suficientemente pequeño como para que éste sea acogedor. No estaría de más plantearse seriamente utilizarlo para una programación musical más o menos estable.

Volviendo a la actuación del viernes, el jazz es un estilo musical que no se prodiga demasiado en Binéfar, por lo que los aficionados a esta música esperaban ilusionados la actuación del sexteto y no salieron defraudados, más bien al contrario. El público se entregó desde el principio a disfrutar de la velada y era evidente, hasta para un profano del jazz, que los músicos se lo pasaban muy bien tocando. El repertorio que ofreció el sexteto huyó de lo fácil. Evidentemente, interpretaron algunos standards del jazz que hicieron que el público se relajara, intercalando otros temas más desconocidos del gran público, pero todo en ese estilo que Eva Llorens y Manu Moreno intentan transmitir, de inmenso amor y respeto por la historia del jazz más clásico.

La voz de Eva Llorens sorprende desde el primer momento. Es una mujer muy joven y menuda y es una auténtica sorpresa cuando abre la boca y surge esa voz que al natural tiene tintes metálicos y que se aterciopela ante el micrófono, con una admirable calidad tímbrica y de fraseo, una tesitura muy amplia y una gama de registros y matices alcanzable por muy pocas cantantes. A su lado, Manu Moreno ejerció de guitarrista y maestro de ceremonias, con una actitud que invitaba a disfrutar del concierto, desdramatizando el hecho de estar escuchando muy buena música y muy bien interpretada. Durante el concierto fueron sonando temas que no necesitan presentación, especialmente dos celebérrimos temas de George & Ira Gershwin They Can’t Take That Away From Me, con el que Eva Llorens tocó la fibra de este cronista, y Our love Is Here to Stay, en una magnífica intervención de todo el conjunto, así como otros quizás menos conocidos, pero de similar calidad, como Lullaby of Birdland, de George Shearing y George David Weiss, una de esas canciones falsamente fáciles de cantar y que nos acercó a la gran Sarah Vaughan. Del repertorio como cantante de Chet Baker interpretaron Do It The Hard Way y la tremenda It Could Happen To You, bien matizada y con un buen scat. En una acción de riesgo, Eva Llorens y Leo Ferrer interpretaron, voz y contrabajo, una emocionante y atrevida versión del Bye, Bye, Blackbird que dejó al público medio hipnotizado. Breve incursión en la música brasileña con Chega de Saudade/No more blues, de los inmortales Antonio Carlos Jobim y Vinícius de Moraes, considerada tradicionalmente como la canción inaugural de la Bossa Nova. El melancólico Gloomy Sunday que popularizara Billie Holiday adquirió tonos trágicos cuando Manu Moreno explicó que fue prohibida durante muchos años porque muchas personas decidieron suicidarse tras su escucha. Alegres porque el público entero prefirió seguir con vida, el sexteto siguió con el concierto hasta un espléndido final. Como bis, quizás, la mejor interpretación de la velada: el famoso standard All Of Me, de Gerald Marks y Seymour Simons, con un fabuloso scat de Eva Llorens. Público en pie, agradecido y satisfecho, y músicos satisfechos y agradecidos.

Una muy buena velada de jazz y swing clásicos, con algún toque más moderno, pero pensado para un público no necesariamente elitista. Se agradece que grupos así hagan este equilibrio entre rigor, calidad y divulgación sin caer en la caricatura o el repertorio fácil. El sexteto ofreció un concierto con solvencia, arte y tablas. Emoción, buena música y buenos intérpretes, ¿qué más se puede pedir? Pues que no tarden demasiado en volver. Les estaremos esperando. O quizás nos acercaremos a Lleida a verles, que tampoco queda tan lejos.

 

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