Crónica
Parece que ha llegado la primavera a nuestros montes, y como sabemos que aún ha de venir más frio, disfrutaremos este regalo mientras dure senderistas, barranquistas y escaladores del Club Litera nos hemos hechado al monte.
Los senderistas :
Ya hay moscas, avispas y abejas, los almendros florecen, vamos que ya huele a primavera y eso antes de que nos lo digan los grandes almacenes… pero la mejor manera para saberlo es salir al monte.
Esta vez vamos a Estada para realizar una ruta circular visitando la cueva Palacios. Dejamos los coches a la entrada del pueblo y nos vamos hacia el canal de Aragón y Cataluña lo cruzamos por un puente y enseguida vemos las primeras tablillas que nos guiaran durante el recorrido, primero seguimos una pista, pasamos junto a una paridera con ovejas y todo, cosa rara, y después nos metemos por un sendero que nos lleva al barranco de las Carollas, cuando llevamos media hora de senda, llegamos a un cartel que nos indica que en 10 minutos llegamos a la cueva.
Estos 10 minutos para llegar a la cueva Palacios nos hacen sudar, la cueva nos recibe con un solecico agradable para descansar después de la subida. La cueva esta amueblada, a algún mandamás se le ha ocurrido que es buen sitio para traer una mesa con bancos de madera que supongo que en unos 10 años estará podrida e inutilizable y entonces a ningún mandamás se le ocurrirá que hay sacar la basura…
Descansamos en la cueva y encaramos otra dura subida de 5 minutos al mirador que hay encima de la cueva, es la guinda de la excursión, la vista hacia tierras del somontano es soberbia, se ve desde el Monte Perdido hasta la tierra llana, el rio Cinca serpenteando y jugamos a adivinar qué pueblo es ese que se ve allí…
De nuevo toca bajar al barranco para seguir la senda que nos lleva hasta una finca de oliveras, ahora ya solo toca dejarse llevar por las pistas hacia abajo para cerrar el circulo y llegar de nueva a Estada.
Para acabar la excursión se recomienda pasear por el pueblo y llegar hasta la ermita de San Valero y su cementerio enclavado en lo alto del pueblo.
Los barranquistas :
El pasado sábado, un grupo de siete barranquistas del Club Litera se encaminaron hacia el pueblo de Yebra de Basa para descender el barranco de Santa Orosia.
El día era estupendo, con sol, sin frío, y todos estábamos deseosos de ese rapel de 50 metros volado sobre la ermita de San Cornelio.
Ya en el pueblo, hacemos una parada en la sidrería ya que hay que transitar por una pista para la que hace falta pagar un permiso.
Nuestro gozo en un pozo, cuando comenzamos a subir con los coches por la pista y empezamos a encontrar hielo hasta llegar a una parte que estaba completamente helada, lo que hacía muy peligroso continuar con el coche. (Mal por la gente del bar que no nos había avisado de que la pista no estaba transitable)
Tras valorar la situación y descartar el hacer la aproximación a pie por cuestiones de tiempo y el resto de barrancos de la zona por posibilidad de frío y nieve, decidimos desplazarnos a Boltaña y hacer el barranco de la Traconera, que estamos seguros que es seco y no tendremos problemas de hora.
El barranco de la traconera es un corto descenso, bien equipado y recomendable para iniciación ya que no tiene ninguna dificultad. La aproximación es muy cómoda, unos 20 minutos de subida suave por una pista que cruza el cauce. Es aquí dónde comienza el barranco.
La primera parte consta de unos rápeles cortos y un poco más estrechos, para luego llegar a una zona más abierta con dos rápeles más largos. Tras un par de resaltes se llega al final que nos deja prácticamente en el coche.
Un buen día por el magnífico tiempo y la compañía, aunque un poco decepcionante por no haber podido realizar el descenso planeado. Pero en montaña hay que saber renunciar. Santa Orosia nos esperará para la primavera.
Los escaladores :
La sección de escalada del Club Litera Montaña tenía prevista su salida mensual durante el pasado fin de semana, y las previsiones meteorológicas no podían ser mejores. Un domingo soleado, casi primaveral, daba los buenos días a una quincena de escaladores que, con la tranquilidad de las salidas de escalada deportiva, se dirigieron hacia Vilanova de Meià.
Vilanova de Meià es un pequeño pueblo de la Noguera, en Lleida, que pese a su tamaño es una capital de la escalada. A unos pocos kilómetros al norte, una enorme franja rocosa de unos 200 metros de altura, la Roca delsArcs, ofrece vías para todos los gustos.
Los escaladores binefarenses hicieron suyo un sector de escalada deportiva: algunos practicaban lo aprendido en el curso de escalada, otros se esforzaban por aprender algo nuevo y algunos aprovechaban la salida en grupo para intentar vías un poco más difíciles. Durante toda la mañana disfrutaron de la roca, al sol, terminando la semana de la mejor manera: ¡en el monte!
