Larra: Ya soy redactor
. . . dieron en írseme los ojos tras cada periódico que veía, y era mi pío por mañana y noche: «¿Cuándo seré redactor de
. . . dieron en írseme los ojos tras cada periódico que veía, y era mi pío por mañana y noche: «¿Cuándo seré redactor de
―¡Don Fulano! Ese periódico, hombre, mire usted que todos hablan de él de una manera… ―¿Qué quiere usted? ―te interrumpe― ; un redactor o dos