En ese breve periodo, la progresión del club ha sido encomiable.
Lo que comenzó como un pequeño grupo de novatos sin ninguna experiencia y liderados por un tenaz y competente entrenador se ha convertido en un club que ronda las 100 fichas. En estas temporadas, se han consolidado 3 equipos en el club: un senior que ya ha sido campeón y subcampeón de liga, un femenino cada vez más numeroso y el sub18-sub16 más numeroso de Aragón.
Por otra parte, el Quebranta es pionero en España al haber organizado con éxito el primer torneo de Rugby Nieve en la temporada 2013-2014. Y para este final de temporada, el Quebrantahuesos prepara otro torneo que se ha convertido en viral en las redes sociales: es el Fat Rugby. Un torneo exclusivamente para jugadores de gran peso, en contraposición a los habituales torneos de seven de post-temporada (más aptos para velocistas).
Para la temporada que viene, el Quebrantahuesos va a poner en marcha un ambicioso plan para crear escuelas de rugby por gran parte de las localidades de la provincia. En los últimos años se ha alcanzado una gran difusión en centros educativos llegando a más de 7.000 niños y niñas de varias comarcas. Ante la dificultad de fidelizar a esos potenciales jugadores ya que en la actualidad el rugby en Aragón supone enormes desplazamientos, el Quebrantahuesos tratará de poner en marcha una liga provincial de rugby en la que las diferentes escuelas puedan competir entre ellas bajo el paraguas del club.
El principal escollo para la puesta en marcha de dicha escuela, que dotará de una nueva competición deportiva a la provincia llenando un niño vacío hasta ahora, es el encontrar un lugar donde realizar la actividad. En Barbastro, Monzón, Binéfar y Fraga ya se han alcanzado acuerdos para disponer de horarios en las instalaciones municipales. No así en Huesca. Huesca es la única capital de provincia de España que no tiene equipo de rugby. Lo tuvo hasta inicios de siglo pero precisamente la ausencia de instalaciones condenó al club, que acabó desapareciendo. El Quebranta reclama un espacio donde, además de poder crear su propia escuela de rugby en Huesca, pueda dar salida a los cada vez más numerosos jugadores oscenses del club creando un nuevo equipo senior en la capital del Alto Aragón.