Los Salvatges tenían que haber irrumpido las calles de Benabarre en 2020 pero la situación sanitaria lo impidió, y aunque en 2021 tuvo lugar una representación testimonial, con un formato reducido, este sábado llega por fin con toda su esencia una nueva edición del Ball dels Salvatges.
Más de un centenar de vecinos se implican en este proyecto que aúna teatro, música y danza. Con un complejo montaje escénico, alambicadas danzas y los movimientos de los intérpretes suponen una elaborada metáfora sobre el amor cortés, el instinto y la lujuria. A su vez, la rebeldía aflora a través del Salvaje, quien realiza una sátira sobre temas de actualidad, que recuerda el antiguo Día de los Locos.
Para ir calentando motores, desde el día 25 de julio y hasta el viernes 5 de agosto, se viene desarrollando en Benabarre un Taller Salvaje de la mano de los profesionales Mariano Lasheras (director teatral y artístico del Ball dels Salvatges), Raquel Poblador (vestuario y caracterización), Manuel Pellicer (creación de máscaras y escenografía) y con la colaboración de la asociación Tropezando con Suerte. Este taller tiene como objetivo mejorar los aspectos de caracterización y escenografía de los Salvatges, y está abierto a toda la población.
Además, el sábado desde las 11.30 tendrá lugar un Campamento Salvaje abierto a todos los públicos donde se realizará un taller de caracterización; y a las 13.00 un pasacalles animará a todos los vecinos y visitantes a disfrutar del gran día Salvaje.
Este año, la puesta en escena del Ball dels Salvatges está prevista a partir de las 19.30 en la Plaza Mayor de la villa de la mano del propio Lasheras y Sandra Serrat como narradores.
Declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón desde 2016, el Ball dels Salvatges respeta la tradición con toda su complejidad, profundizando más allá de la caracterización de los personajes y manteniendo vivo el espíritu salvaje. La rivalidad entre amor cortés y lujuria, o la armonía y el caos, son algunos de los asuntos que se ponen en escena en esta compleja representación, escenificada a través de las danzas y requiebros de damas, caballeros, cazadores y los propios salvajes.
El mito del Salvaje se remonta a la Grecia Clásica y ha estado muy presente en toda Europa, especialmente desde del Renacimiento, siendo Benabarre uno de los pocos lugares del continente donde en la actualidad se conserva esta tradición.
