Texto e Imagen: Raquel Blanch
Por segunda vez consecutiva, el Área Patrimonial del Ayuntamiento de Tamarite ha puesto en marcha Les nits d’estiu con una programación muy diversa que persigue el objetivo de dar a conocer los aspectos históricos, arquitectónicos y culturales de la localidad.
Andrés Aguilar, Concejal de Urbanismo, Patrimonio y Deportes, junto con Teresa Ibáñez y Jonathan Capdevila llevan más de un año realizando propuestas en torno al casco antiguo tamaritano. La apertura de la torre de la colegiata de Santa María La Mayor fue el punto de partida y, desde entonces, más de mil vecinos y visitantes han pasado por el templo. El interés por descubrir nuestra historia se ha despertado, haciendo que las conferencias, visitas guiadas, conciertos al aire libre y exposiciones cuenten con una gran asistencia de público.
La charla impartida por Albert Velasco sobre el descubrimiento de dos fragmentos pertenecientes a la Madre de Dios del antiguo retablo de Santa María La Mayor de Tamarite, marcó el inicio de Les nits d’estiu. La Sala Polivalente del Centro de Entidades acogió a un gran número de asistentes que, tras escuchar la explicación del conservador del Museu de Lleida, acudieron a la Colegiata para apreciar de cerca dichas piezas. Las actividades continuaron el sábado por la mañana con una visita guiada que comenzó en la Plaza Mayor, prosiguió por las calles que conforman el centro histórico del municipio y finalizó en lo alto del Campanario. Durante más de una hora, niños y mayores se unieron a la expedición encabezada por Jonathan Capdevila, estudiante de geografía.
La presentación de la Oficina Turística y Patrimonial con su respectivo logo fue la cita más esperada y destacada del cartel. Los responsables llevan tiempo rehabilitando el local ubicado en el edificio de la antigua cárcel, el cual permanecerá abierto de viernes a domingo en horario de 10 a 13 horas. A la inauguración asistió Erika Pena, encargada de diseñar el colorido emblema bilingüe e inspirado en las tradicionales alfombras del Corpus Christi, «El color violeta corporativo hace referencia a las flores del Tamariz, árbol autóctono de nuestra tierra», apuntó la joven tamaritana. El músico oscense Pecker cerró la jornada del sábado con una actuación que, debido a la inestabilidad meteorológica, se trasladó de la Plaza Mayor al Pabellón Municipal.
El domingo por la mañana, y para poner punto y final a Les nits d’estiu, más de medio centenar de vecinos y visitantes de poblaciones próximas realizaron una ruta por el entorno del Castillo. Una visita guiada muy dinámica que sirvió para apreciar los restos históricos de nuestros antecesores, haciendo parada en lugares tan simbólicos como la Plaça de les Bruixes, el que fue eje central de aquelarres; la Cova dels Cavalls, en plena actuación para su consolidación; el Qanat, estructura utilizada para el aprovechamiento del agua; el Cerro de Santa Bárbara, lugar donde El Cid se alojó de camino hacia Valencia y la Pleta (o roca de la botella), un espacio de paso del ganado en la trashumancia hasta los valles pirenaicos.
Les nits d’estiu han dejado muy buen sabor de boca y la notable participación en todas y cada una de las actividades hace tomar impulso para que los responsables del Área de Patrimonio y Turismo continúen trabajando en nuevas propuestas con la misma ilusión y pasión que hasta el momento.