Las campanas, presentes en nuestra cultura desde hace siglos, constituyen un patrimonio material como bienes culturales tangibles que son. Al mismo tiempo, también custodian gran parte de los secretos que guarda el patrimonio inmaterial, ya que nos recuerdan, con sus diferentes toques, la vida cotidiana de nuestros antepasados, que marcaron y organizaron sus rutinas diarias atentos a sus sonidos. Sin embargo, situadas en las alturas de los campanarios, aspectos como su apariencia, su historia o los elementos que conforman su instalación resultan ajenos para la gran mayoría de los integrantes de las comunidades.
El libro «Las campanas de la comarca de la Litera. Estudio e inventario», escrito por Joan Alepuz Chelet y que el Centro de Estudios Literanos publica ahora como segundo volumen de su colección GYPSA, pretende subsanar ese desconocimiento a través de un completo inventario de las campanas —algunas de gran valor histórico y cultural— conservadas en nuestra comarca, especialmente en edificios de carácter religioso.
En este estudio se incluyen también los edificios que las albergan y algunos de sus accesorios, tales como yugos o badajos, al mismo tiempo que se analiza su estado de conservación, identificando aquellos bienes patrimoniales que se deben proteger y determinando las medidas de actuación sobre ellos.