. . . nos ponemos á los pies de V. M. para manifestar los sentimientos que nos animan : todos somos de un corazón y de una alma : lejos de nosotros la peligrosa novedad de discurrir, que ha minado por largo tiempo, reventando al fin con los efectos, que nadie puede negar, de viciar costumbres, con total trastorno de imperios y religión en todas las partes del mundo . . .
De «Exposición dirigida a S. M.», in Gaceta de Madrid, núm. 53; Madrid : Imprenta Real, 3 mayo 1827 (extr. La Litera información)