Diario de un consumidor sin recursos energéticos

Crónicas del colapso

crónicas del colapso(Puedes leer primero la presentación de la serie «Crónicas del colapso»)


 

El 16 de octubre del año 2112 comienza lo que será una de las mayores revoluciones a nivel global, aunque en este caso no será para el progreso, como venía siendo habitual durante ya hacía unas décadas, más bien es todo lo contrario, se acaba de anunciar el fin definitivo del petróleo en nuestro planeta.

Día 1 d.P (después del petróleo): Hoy ha ocurrido el terrible suceso del que ya durante los últimos días habíamos sido advertidos, ha sido y será un día histórico, el comienzo de una nueva era y para la mayoría de nosotros de una nueva forma de vida. Todas las reservas de petróleo se han agotado, en un principio el cambio se sentirá en medios de transporte o calefacciones. No voy a negar que cuando me he enterado de la noticia ha sido como si mi vida me pasara por delante, pese a que ya estaba ligeramente mentalizado de que esto podía ocurrir.

Día 5 d.P.: No ha pasado ni una semana de esta nueva era y la vida de todo el planeta ha cambiado. Esta mañana, cuando me disponía a salir de casa para ir caminando a trabajar, unos agentes entraron en mi casa. Andaban preguntando (por orden del gobierno) por diferentes tipos de medicamentos que todos los ciudadanos poseemos en nuestras viviendas. En un principio me ha parecido un acto un poco extraño aunque, recapacitando sobre lo ocurrido durante los pasados días, no me costó reconocer entre la realidad y lo que bien podría ser unan novela de ficción. En ese momento, me explicaron que en algunos tipos de medicamentos hay ácido acetilsalicílico que encontramos por ejemplo en las aspirinas y es un producto de origen petroquímico.

Día 10 d.P.: Tras poco más de una semana sin tener acceso a ningún tipo de fuente de energía no renovable, la población comienza a sumirse en un profundo caos y el descontento social está provocando todo tipo de manifestaciones y ataques violentos contra los gobiernos a los que no se les culpa tanto de la falta de estos recursos, sino de no haber previsto el colapso que se avecinaba.

Día 30 d.P.: Esta mañana he tenido que llevar mi automóvil a lo que antes era un concesionario. Un taller en el que ahora se examinan vehículos y se busca la reutilización de cualquier material que pueda ser útil. A cambio, me han pagado un precio bastante razonable. No os voy a negar que ha sido un momento duro, pese a que ya llevaba un tiempo sin utilizarlo, ha sido como si me arrebataran una parte de mí, un conocido, compañero o incluso un amigo, y la gran independencia que me proporcionaba.

Día 85 d.P.: Durante el día de hoy largas filas se han ido formando en torno a los centros comerciales. Hace tiempo se habrían reunido aquí grandes cantidades de personas, aunque con una finalidad totalmente diferente. Al no haber petróleo, muchos de los tejidos que usábamos de forma cotidiana ya no se pueden fabricar, así como otros productos que comprábamos a diario como maquillaje. En este caso, las diferentes tiendas intercambiaban productos que estaban fabricados con materiales de origen animal por los que la población tenía en su casa.

Día 114 d.P.: Tras varios meses de convivencia con este nuevo estilo de vida puedo decir que he llegado a la conclusión de que los avances y todo lo que en un principio se nos propuso, están yendo más lento de lo esperado. Algunas de las personas de mi entorno más cercano, se han ido marchando a pequeños pueblos en los que pueden vivir de una forma autosuficiente, ya que en la ciudad todo es cada vez más difícil. Las tecnologías se pararon y pese a que muchos desarrolladores están buscando nuevas opciones, todo está siendo más difícil de los que preveíamos.

Día 327 d.P.: Una gran noticia nos ha despertado hoy. Una nueva fuente de energía podría ser usada para reemplazar el petróleo, a pesar de que puede llevar incluso décadas llegar al punto en el que estábamos hace casi un año, por fin se ve la luz al final del túnel, uno muy oscuro, en el que las noches han sido duras, en muchas ocasiones sombrías y consumiendo las pocas velas que se guardaban por los cajones de algunas cocinas.

Aquella fuente de energía de la que se hablaba era la energía solar, una de las más prácticas en países como España por el número de horas de Sol que recibe durante el año. Aunque ésta no podía reemplazar productos como el maquillaje o la ropa supuso un antes y un después en la vida de todas aquellas personas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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