Pero puesto que a cada ciencia conviene no solo probar, sino evidenciar su propio objeto, para que se conozca todo lo que existe sobre su contenido, afirmamos, tomando rápidamente una postura, que llamamos lengua común a aquella que los niños aprenden de los que les cuidan, en cuanto empiezan a distinguir los sonidos; o bien, lo que puede decirse con menos palabras, declaramos como lengua común la que aprendimos sin regla alguna.
Tenemos también nosotros otra segunda forma de hablar, a la que los romanos llamaron gramática. Por cierto que esta segunda lengua la poseen también los griegos y otros pueblos, pero no todos; realmente pocos llegan a su uso habitual, porque solo con el paso del tiempo y la persevereancia en su estudio nos formamos en sus reglas y aprendemos sus principios.
Además, de estas dos lenguas la común o vulgar es la más noble bien porque fue la primera que usó el género humano, o porque todo el mundo se sirve de ella aunque esté dividida en diferentes pronunciaciones o vocablos o bien porque es la natural entre nosotros, mientras que aquella otra se presenta como más artificial.
Dante Alighieri: De vulgari eloquentia, libro primero, I, 2~4 ; hacia 1303 (sel. J.L. Mendívil Giró y J.C. Moreno Cabrera: «¿Qué es una lengua? Biología, historia y cultura en el lenguaje humano» en Panorama actual de la ciencia del lenguaje. Primer sexenio de Zaragoza Lingüística ; Zaragoza : PUZ, 2016; trad. M. Gil Esteve y M. Rovira Soler ; Madrid : Palas Atenea, 1997)