Hijo de republicanos, nació en la cárcel; creció y se hizo adulto en la dictadura que decidió su lugar de nacimiento; maduró y murió en una democracia.
Estaba hecho de piezas de todas esas vidas y en todas ellas su carácter afable y voluntarioso le hizo activo miembro de la sociedad y la cultura de su querido Binéfar, dejando constancia en un libro sobre lo mejor que sabía hacer; escribir jotas.
Su republicanismo emergió como socio fundador del Ateneo Republicano de Binéfar en enero de 2011 junto a convencidos compañeros que entonces y ahora creemos en la República. Ejerció de hombre de consenso en los debates, de pega-carteles disciplinado y de entusiasta vendedor de lotería tricolor.
Las historias e historietas, personas y personajes, relatos, algunos autobiográficos, de los tiempos callados de tu eterno Binéfar que alargaban las reuniones hasta que hiciese falta son tu legado en la historia del Ateneo.
Antonio tú que siempre te despedías ¡a por la tercera! no te ha dado tiempo a verla, pero por poco.
No te preocupes que ocuparemos tu puesto en la trinchera que nos llevará pronto a la III República!
Qué la tierra te sea leve!
Salud y República!
Nuestro pésame a su familia.