Texto e Imágenes: Gabinete de Comunicación Diputación Provincial de Huesca
Con este sendero que se localiza en el Alto de Bonansa, en la Ribagorza, ya serán cerca de tres kilómetros adaptados en el Pirineo aragonés para hacerlos accesibles a todos, independientemente de la condición física y capacidades. La empresa Prames SA será la encargada de ejecutar el proyecto para la Diputación Provincial por un importe de 55.300 euros.
De forma paralela, se acondicionarán algunos miradores en otros puntos del territorio que, al igual que en el caso de los senderos,contarán con señalización y elementos de interpretación de unas características específicas (lenguaje braille, altorrelieve y pictogramas), así como con colores, texturas y colocación adecuadas para que las personas con alguna discapacidad disfruten de determinados espacios naturales con facilidad y seguridad.
La Diputación Provincial de Huesca sigue ampliando la oferta de senderos accesibles con la finalización, durante este año, del que se localiza en la zona conocida como el Alto de Bonansa, en la comarca de La Ribagorza, que se suma a los otros dos ya existentes: El Cornato, en las inmediaciones de Bielsa, y el de Santa Elena, en Biescas. Forman parte del proyecto “Senderos para todos”, impulsado por la DPH, y “valorado muy positivamente por las asociaciones y colectivos del ámbito de la discapacidad”, tal como explica Javier Betorz, responsable de Promoción, Desarrollo y Medio Ambiente de la DPH.
El del Isábena es el primer sendero de estas características en la zona más nororiental de la provincia, entre los municipios de Bonansa y Laspaúles, y una vez finalizado cualquier persona, independientemente de su condición física y capacidades, podrá disfrutar del Bosque de Pegá por el que discurre el camino hasta llegar a un pequeño promontorio desde el que obtener buenas panorámicas del valle del Isábena y de las principales cumbres que lo rodean. La adjudicación de la última fase de los trabajos ha recaído en la empresa Proyectos y Realizaciones Aragonesas de Montaña, Escalada y Senderismo SA (Prames) por un importe de 55.300 euros.
La primera fase de este sendero se finalizó el pasado mes de julio, en este caso ejecutada en colaboración con la Comarca de la Ribagorza a través de su Plan de Competitividad Turística, y ahora la DPH se encargará de terminar el tramo de unos 125 metros que parte de la pista de Pegá, sin perder altura, hasta las laderas más escarpadas donde se ubicará una plataforma, como mirador del Isábena, al final del sendero. En total, serán cerca de 500 metros dotados con paneles de interpretación de la naturaleza de fácil lectura, con texto impreso en braille, colores contrastados y otros elementos con criterios de accesibilidad que permitirán al paseante conocer el entorno natural de este paraje.
Para el responsable de Promoción, Turismo y Desarrollo de la Diputación Provincial, Javier Betorz, “lo que hacemos es equiparar los senderos del Pirineo aragonés siguiendo criterios de máxima accesibilidad”, de manera el entorno natural pueda ser disfrutado por un “público amplio y diverso” y “conociendo lo más significativo del lugar según las capacidades de cada persona”. Betorz sitúa estas actuaciones en la “la apuesta de la Diputación de Huesca por un turismo accesible”, que comenzó ya en 2007 con la redacción de un Manual de senderos accesibles que marca las directrices y características que ahora cumplen este tipo de infraestructuras, mientras que en lo que es acondicionamiento, tras, ya serán cerca de tres kilómetros de senderos accesibles para todos.
El sendero del mirador del Isábena parte prácticamente del borde de la carretera autonómica A-1605, que une Graus con la N-260 en Montanuy. Discurre por una zona de más de 1.300 metros de altura con un tramo que se adentra por el bosque de pino silvestre y otro más abrupto donde domina la vegetación de boj salpicado por especies como robles, serbales o hayas. Está dentro del espacio natural protegido conocido como la Garganta de Obarra y de una zona de especial protección para las aves: El Turbón y la Sierra de Sis. Es probable la presencia de mamíferos como el jabalí, el corso o el zorro, así como de aves rapaces, entre ellas perdices, carboneros o herrerillos, pero también pueden encontrarse reptiles o anfibios.
Estará equipado con elementos que funcionen como guía para las personas con discapacidad visual, de manera que puedan caminar con sus propios medios de manera independiente, además de contar con información de las paradas, que son los puntos de interpretación o de alguna incidencia a tener en cuenta. El parking adaptado para personas con movilidad reducida ya está ejecutado y en servicio de la fase anterior.
En estos trabajos, que realizará Prames para la DPH, se dispondrán también barandillas de protección, bancos de descanso adaptados, mesa de picnic, y un paso de peatones sobre la pista existente. Los elementos de señalización y de interpretación tendrán como función, además de informar y guiar, la misión de propiciar la experiencia sensorial basada en este entorno natural.
Miradores accesibles
De forma paralela, este año la Diputación Provincial de Huesca acondicionará algunos miradores para adaptarlos a cualquier visitante, con independencia de su grado de discapacidad, teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud estima que alrededor del 10% de la población mundial tiene alguna discapacidad. Para empezar, se trabajará en los miradores de Castanesa, en Ribagorza, y Aratorés, en la Jacetania.
La intervención consistirá en colocar una infraestructura que, al igual que en el caso de los senderos, estará especialmente diseñada para personas con limitaciones físicas o psíquicas, invidentes, personas con movilidad reducida, mujeres embarazadas, para desplazarse con carritos de bebé, por niños y mayores, pero también por el público en general. Además de los dos que se ejecutarán de forma más inmediata, se cuenta con otros proyectos de miradores acesibles en Siresa, Guaso, en la sierra de San Quílez, en el Monasterio El Pueyo o el mirador de Santa Lucía (Cartirana).
Estos miradores contarán con aparcamientos adaptados, con un especial diseño del trazado cuyas dimensiones garanticen la movilidad y circulación de los usuarios, en especial de las sillas de ruedas, y con limitación de pendientes y ausencia de obstáculos en vertical, al menos hasta una altura de 2,20 metros.
La superficie será lisa, dura, continua, uniforme, estable y antideslizante, y contará con un color y una textura bien diferenciados del entorno. Todos los miradores contarán con señalización y elementos de interpretación de unas características específicas (lenguaje braille, altorrelieve y pictogramas), así como con colores, texturas y colocación adecuadas a los usuarios como principal medio de comunicación con ellos, tal como marca el Manual de Turismo Accesible de la DPH.