Cuando me hablaron por primera vez de la Verbena del CEIP Víctor Mendoza creí, sinceramente, que sería otra cosa. He vivido muchas verbenas infantiles organizadas para recaudar fondos para viajes de fin de curso, algunas como alumno, otras como organizador o como DJ, y puedo decir que en ninguna de ellas hubo más de 300 o 400 personas y ya se consideró un éxito superlativo. Así que se puede imaginar el lector la imagen que me vino a la mente cuando una madre del AMPA del Víctor Mendoza me preguntó hace un mes si cubriríamos la información de la verbena. Evidentemente, me imaginé un puñado de madres y padres cuidando de un grupo de niños, bocadillos de nocilla, fanta de naranja y ganchitos, eso es lo que me imaginé que me encontraría en la verbena.
No me pasó nunca por la cabeza encontrarme algo más grande. Máxime cuando ayer por la tarde fui a la verbena de Albelda y me encontré a unas 100 personas, entre adultos y niños, en su verbena. No sospeché nada cuando, por culpa del tiempo inestable que estamos sufriendo estos días, se cambió el escenario de la verbena, del Víctor Mendoza a La Algodonera. Pensé que si en Albelda ocupaban el Pabellón Municipal era lógico en Binéfar ocupar La Algodonera. Mientras hacía las fotografías de Albelda pensé que en la de Binéfar serían unas 500 o 600 personas. Me preocupaba dónde ponerme a fotografiar, porque La Algodonera es un sitio inhóspito para fotografiar a un grupo de personas.
Por todos estos antecedentes, pueden imaginarse mi sorpresa al llegar a la Verbena del Víctor Mendoza. Nadie había caído en la cuenta de que no soy de Binéfar y que nunca había estado en esta verbena, por lo que no tenía más referencias que las que me habían dado. En cuanto entré en el recinto ferial y vi a unas de 1500 a 2000 personas empecé a darme cuenta de la magnitud del evento. Eso no era una verbena, parecía más bien un concierto de Michael Jackson.
Empecé a buscar información para escribir esta noticia que ahora está usted leyendo. Ayer se prepararon 1.350 bocadillos, lo que les puede dar una idea de la cantidad de bebidas y consumiciones de todo tipo que se tuvieron que servir en esa barra. Se calcula que la recaudación bruta de la verbena rondará los entre 13.000 y los 16.000 euros. Una vez descontados los gastos que genera una verbena de este tipo le quedarán entre 6.000 y 7.000 euros de beneficio neto. Todo este dinero irá destinado al viaje de fin de curso de los alumnos.
Me supo mal tener que irme tan pronto de la verbena, pero es lo que sucede cuando uno es periodista. Tienes que volver pronto al ordenador, sentarte ante el teclado y la pantalla y escribir una crónica de lo que has vivido. Hoy he decidido escribir una crónica más personal, más cercana, hablando de mis impresiones, de lo que he visto. Abro el programa de tratamiento de textos y empiezo a escribir: “Cuando me hablaron por primera vez de la Verbena del CEIP Víctor Mendoza creí, sinceramente, que sería otra cosa…”.
