A medida que la sociedad y sus problemas se van haciendo más complejos, y las máquinas más inteligentes, la gente irá dejando sus decisiones en manos de las máquinas, simplemente porque las decisiones tomadas por máquinas obtendrán mejores resultados que las tomadas por humanos. Con el tiempo podría llegarse a una fase en la cual las decisiones necesarias para mantener el sistema en funcionamiento sean tan complejas que los seres humanos no puedan tomarlas de forma inteligente. En esta fase, las máquinas tendrán de hecho el control. La gente no podrá apagar las máquinas porque dependerán tanto de ellas que apagarlas equivaldría a un suicidio.
Bill Joy: «Why the Future Doesn’t Need Us», in Wired, 8.04 ; San Francisco : Condé Nast / Wired News, abril 2000 (extr. y trad. La Litera información)