Laura Lanuza, responsable de comunicación de la ONG Proactiva Open Arms dió una emotiva conferencia en Binéfar
Como informadora, pocas cosas puedo añadir a las relatadas por infinidad de medios sobre el drama de los refugiados que llegan a Lesbos. Pero por muy concienciados que estemos todos, no es lo mismo recibir información a través de una pantalla que escuchar el relato de la tragedia en boca de Laura Lanuza.
Ella ha estado allí, ha compartido la angustia de estos miles de personas que huyen de una muerte anunciada por una guerra que arrasa Siría desde hace cinco años. A Laura se le nota que lo ha vivido, no puede evitar ahogar los suspiros mientras relata lo que pasa en aquella isla. Su cara y la de Txema Isábal, mientras aparecen en pantalla las imágenes de los rescates lo explican casi todo. Refugiados sin refugio, personajes de una macabra puesta en escena donde los gobiernos europeos y mundiales no quieren interpretar su papel. Abandonados a su suerte, centenares de sirios luchan por huir del funesto azar provocado por los intereses económicos, políticos y religiosos de esos cómicos sin alma que controlan el mundo.
En esta época de exceso de información donde casi nadie actua después de estremecerse, Oscar Campos y los miembros de la empresa de salvamento que dirige decidieron seguir haciendo su trabajo salvando vidas allá donde se les necesitara, ahora en Lesbos y pronto en las costas de Líbano. Laura fue el juglar medieval que viaja de villa en villa, relatando al pueblo llano lo que en el mundo pasa; y así lo hizo ayer en una sala de plenos donde faltaban informadores, público y políticos.
Desde este escenario que es La Litera Información, encantados de interpretar el papel que libremente hemos elegido, pedimos a nuestros lectores toda la solidaridad de la que seamos capaces con estos «ángeles del mar».
