Antes del comienzo de la Guerra Civil, a Teresa con 13 años la enviaron a Francia, a Tarbes, a casa de un familiar que pronto le encontró trabajo de sirvienta en esa ciudad; había mucha miseria en el valle y muchas bocas que alimentar. En junio del 1938, su familia y más de 4.000 civiles pasaron a Francia andando por Puerto Viejo, después de ser bombardeada Bielsa por la aviación franquista, debido a la resistencia que allí oponía la 43 división del ejército republicano. La mayoría de estos españoles fueron a parar a los campos de concentración como fue el caso de algún familiar de Teresa.
Años después, cuando el ejército alemán esta a punto de ocupar toda Francia, su familia vuelve a España y ella con ellos. Van a parar a Castejón del Puente donde el padre de Teresa que era ganadero, bajaba sus ovejas en invierno. Al tiempo se mudan a Monzón donde les ofrecen vivienda gratis. Desde Monzón, se desplaza a Lleida a servir en casa de una mujer francesa gracias a que Teresa aprendió el francés en su adolescencia en Tarbes. No recuerda como se llamaba pero dice que tiene muy buenos momentos.
Allí conoce a Julián Rodríguez el que será su marido. Después de casarse vivieron un tiempo en el pantano de Canelles donde Julián era el jefe de la administración. Años después se van a Calella, a su marido le han ofrecido un buen puesto en una empresa constructora. Viven felices durante 50 años junto al mar que tanto añora Teresa. No tuvieron hijos.
Años después de enviudar y con la salud mermada, en 2011 decide venir a Binéfar a casa de su hermana Àngela de 86 años, la menor de sus hermanos y su fiel cuidadora.
Teresa ha sobrevivido a dos guerras una por la que tuvo que irse y otra por la que tuvo que volver. Su trabajo como sirvienta, que era el destino reservado a muchas mujeres pobres, a Teresa, le sirvió para aprender un nuevo idioma y conocer un poco del mundo. Recuerda perfectamente que fue muy feliz con Julián y que siempre cuidaron el uno del otro. Ahora son otras mujeres quienes la cuidan y ella adora a su hermana y a Mª Jesús.
Irá a la peluquería a ponerse guapa. Hay fiesta grande en una gran y longeva familia de la que Teresa hoy es protagonista .
Honor a Teresa Solans Gistau, una mujer fuerte y valiente que en este 8M cumple 100 años.