Un equipo multidisciplinar dirigido por el arqueólogo y prehistoriador de la Universitat de Lleida Emili Junyent, ha estado excavando en Los Castellassos aprovechando las vacaciones navideñas. La localización del yacimiento ha sido posible gracias a la colaboración de unos vecinos de Albelda que facilitaron pistas sobre su posible ubicación.
Ayer tuvimos la ocasión de poder hablar con el profesor Junyent sobre los hallazgos:
¿Puede explicarnos los hallazgos?
Hemos encontrado entre diversos restos metálicos lo que suponemos es una «falcata» íbera; a falta de más estudios que lo confirmen.
¿Qué es una falcata?
La falcata ibérica era un arma de hierro o acero de aspecto curvado con una longitud de entre 50 y 60 cm. En este caso tiene una longitud de 48 cm con incrustaciones en plata al final del filo porque solían acanalarse para aligerarlas de peso y las incisiones se rellenaban con hilos de plata.
Estas apreciadas piezas eran fabricadas por encargo y una vez acabada la pieza se enterraba en el suelo entre dos y tres años, de tal manera que se generaba un proceso de oxidación que eliminaba las partes más débiles antes de añadir la empuñadura.
¿La falcata no era utilizada por los guerreros de la tropa, entendemos?
Efectivamente. Por tratarse de un arma por encargo, con un proceso de elaboración tan largo y tan costoso estaba destinada a los guerreros de rango y según la tradición íbera al morir el guerrero su falcata se doblaba para inutilizarla y se enterraban junto a su ajuar. En este caso se trata de una falcata no amortizada.
¿Estamos delante del arma de un gran guerrero, profesor?
Bueno, es muy pronto para hacer afirmaciones, antes hay que estudiar muchos factores aparte de los propios hallazgos. De momento lo que sí podemos afirmar es que Castellassos sigue teniendo mucha historia que contar.
¿Podemos hablar de un gran hallazgo?
El hallazgo de una falcata no amortizada, si bien es infrecuente, no resulta excepcional, como demuestran las existentes en diversos museos españoles.
No nos hemos atrevido a preguntarle que puede haber de cierto en la leyenda que cuenta que el gran general ilergete Indibil, terror de los romanos, podía haber nacido en estas tierras.
Tiempo habrá. Queda mucho por contar.