El pasado fin de semana se celebró en Monzón la XIIIª edición del Homenaje a Guillem de Mont Rodón, responsable de tutelar y educar al rey Jaime I el Conquistador, quien residió siendo niño en el Castillo de Monzón bajo la protección de la Orden del Temple. Para conmemorar el pasado templario de la capital montisonense durante 48 horas las calles de Monzón se cubren de banderas, escudos heráldicos y pendones, algunos de sus ciudadanos sacan brillo a sus armaduras y cotas de malla y las damas y doncellas visten sus mejores galas… del siglo XIII, evidentemente.
Este sábado hemos podido ver artesanos ofreciendo sus mercancías por las calles del barrio viejo, pajes y caballeros, familias enteras de ricos comerciantes y cazadores especializados en cetrería, mientras que un grupo de Caballeros Templarios atravesaban el mercado montados en sus nobles brutos. El año que viene pasaremos más tiempo en esta recreación histórica de Monzón, una cita anual que vale la pena vivir in situ.