Territorio Gestión Cultural: generando ilusión, fabricando cultura

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Texto e imagen: Jaume Garcia Castro

 

En España, en plena época de recortes y de crisis generalizada, no sólo económica, sino también de valores, solo a dos románticos se les puede ocurrir fundar una empresa, que ya es de por sí una locura, que se dedica a crear y generar eventos culturales en un país como España. Lo dicho: un par de románticos.

Ellos son Lucas Fernández y Alejandro Garreta, directores de proyectos y financiero respectivamente, de Territorio Gestión Cultural, una pequeña empresa con sede en Binéfar que, entre otras cosas, es la encargada de gestionar el Centro Cultural y Juvenil de Binéfar y la empresa que ha coordinado y gestionado el Festival Imaginaria que ha sido todo un éxito en su primera edición. Nos acercamos a su despacho para que nos expliquen, entre otras cosas, cómo nació la idea de crear esta empresa y cuáles son los retos que afrontan para el futuro.

Jaume Garcia: ¿Cómo os conocisteis vosotros dos y cómo nace Territorio Gestión Cultural?

Los dos se miran y se ríen. 

Alejandro Garreta: A través de Marcos. Marcos es su hermano y mi cuñado.

Lucas Fernández: Marcos tiene una empresa y llegó un día y me dice que le han hecho un encargo los de Motorland para llevar la limpieza del circuito. Entonces nos vino Marcos y nos ofreció la posibilidad de que lo lleváramos nosotros y estuvimos de acuerdo, pero no queríamos llevarlo a través de la empresa de Marcos, sino que aprovechamos para crear una empresa nueva.

Alejandro: Bueno, nos lo propuso a nosotros dos porque estaba un poco ya cansado de vernos sin hacer nada. Quiso ponernos a trabajar en serio y por eso nos puso en un proyecto en común para que saliéramos adelante y nos hiciéramos hombres de bien. (Risas)

Lucas: Bueno, yo ya llevaba tiempo dándole vueltas a crear una empresa y esta fue la oportunidad para hacerlo porque, aunque no es nada que tenga que ver con la cultura, sí que nos daba pie a poder pagar los gastos y mantener la estructura necesaria para mantener una empresa. Con este cliente, que todavía mantenemos, pudimos poner en marcha Territorio.

Jaume: Cada vez tenemos más necesidad de ocio y las fórmulas habituales parecen agotadas: ya casi nadie va al cine, por ejemplo. ¿Tenemos que cambiar de hábitos culturales?

Lucas: Hay que cambiar de fórmulas y hay que aplicar modelos que sabemos que funcionan y adaptarlo a nuestro territorio. Hay mucha gente interesada en la cultura en La Litera pero no tienen aquí la oferta cultural que les interesa, tienen que desplazarse 200 Km. para poder ir a un concierto, para poder ver determinado tipo de películas, para poder ver teatro… La idea era intentar traer al mundo rural una oferta cultural en mayúsculas. Hacer aquí algo para intentar igualar las posibilidades de acceso a la cultura con los habitantes de una ciudad.

Jaume: Ganar el concurso público para llevar la gestión del Centro Cultural y Juvenil de Binéfar sería una ilusión pero también el principio de los quebraderos de cabeza que debe ser crear el programa y gestionar un espacio cultural.

Lucas: Y más cuando tienes un presupuesto tan ajustado como nosotros, que tenemos un presupuesto muy bajo que hay que exprimir al máximo para poder hacer muchas cosas. Fue la excusa para montar la oficina en Binéfar, porque los dos vivíamos en Barcelona… Nos dio la oportunidad de poder salir del ámbito deportivo con nuestro principal cliente y entrar de lleno en la gestión cultural, que es lo que pretendíamos.

Jaume: Bueno, deporte y cultura van muchas veces unidos en el ministerio y las consejerías…

Lucas: No deberían.

Jaume: ¿No? Mens sana in corpore sano…

Lucas: Del deporte tenemos que aprender muchas cosas, sobretodo del tema del sponsoring y cómo han conseguido que el hecho de ser un deportista tenga un gran prestigio social y patrocinarlo sea percibido como algo muy positivo. Quizás sean complementarios como aportes personales, cuidar el cuerpo y la mente, pero vamos, no tienen nada que ver.

Jaume: ¿Cómo os repartís los papeles dentro de la empresa?

Alejandro: Yo trabajo más de cara adentro y él más de cara afuera. Yo trabajo más en la oscuridad y él es la parte visible de la empresa…

La explicación le está quedando muy misteriosa a Alejandro y Lucas le echa un cable:

Lucas: Él es el de los números.

Alejandro: Y él es más de ideas. Luego las desarrollamos entre los dos, pero yo llevo el control de gastos y él la parte más creativa.

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Jaume: Llevar a buen puerto Imaginaria habrá sido todo un reto. Crear un evento de cero, hacerlo crecer y llevarlo a buen puerto, llenarlo de contenidos y de sentido, relacionar el nombre de Binéfar con algo tan concreto como son los títeres y la imagen en movimiento.

Lucas: Es complicado pero también es apasionante. Yo he trabajado en unos diez festivales diferentes, es decir que he visto muchas organizaciones de festivales por dentro. Al final se trata de aplicar lo que funciona de otros festivales e intentar adaptarlo a lo que hacemos aquí. Ver lo que funciona, por qué funciona y crear algo que pueda funcionar aquí. La programación hecha por los Titiriteros de Binéfar y su imagen asociada al Festival explican el por qué funcionó muy bien la parte de títeres, pero nosotros llenamos el resto, lo hicimos encajar todo, nosotros éramos el cómo. Nosotros nos tuvimos que poner en marcha para que el engranaje funcionara y estuviera engrasado y a punto.

Nosotros programamos la música, el cine, la exposición, buscamos colaboraciones con otros festivales que nos pasaron material y nosotros hicimos la selección de lo que finalmente se pudo ver en Imaginaria. El taller de Coque Riobóo también lo aportamos nosotros… Es decir, hay una parte muy importante de la programación que se lleva el 90% del presupuesto que son los espectáculos en vivo y las compañías invitadas. El resto lo hicimos con presupuesto cero o muy bajo y así pudimos convertir un festival  de tres días en un festival de una semana, pudimos vestir el festival, en definitiva. El proyecto inicial que se presentó al Ministerio y que fue el que recibió la subvención era un festival de viernes tarde a domingo. Nosotros lo convertimos en un Festival de lunes tarde a domingo, con una presentación previa en Barcelona y con una exposición que duró una semana más.

Jaume: ¿Y cómo valoráis esta primera edición y esta primera experiencia?

Alejandro: Súper positiva. A pesar de todas las adversidades posibles, porque se nos puso a llover en la mayoría de los actos al aire libre. Afortunadamente es algo que teníamos previsto, trabajamos muy bien todo lo referente a la pre-producción, por eso cuando estábamos metidos de lleno en el festival no tuvimos ningún problema, porque estaba ya todo previsto. La verdad es que fue todo genial, y la respuesta del público muy entusiasta, aunque nos hubiera gustado que hubiera venido más gente de otras comarcas o de ciudades cercanas.

Lucas: Es que empezamos desde cero. No teníamos nada. Ni página web, ni antecedentes, ni un grupo de seguidores que supieran de qué iba todo y que hable de él con sus amigos. La verdad es que es emocionante ver cómo, después de quince reuniones con la empresa encargada de la página web, ver cómo nos ayudaba todo el mundo a mejorarla, los mensajes de ánimo… De hecho toda la planificación de comunicación fue con retraso precisamente porque tuvimos que crearlo todo desde cero. Pero la respuesta del público es la muestra de que hay un grupo de personas en la zona interesada en la cultura, presentada como acto cultural de primera magnitud y no como un apartado de las Fiestas. Las Fiestas son Fiestas y la Cultura es Cultura. Puedes tomártela como un momento de ocio o puedes tomártela como un momento de reflexión, o un momento de descubrimiento. Puedes dedicar tu ocio a ir de picnic a San Quílez o puedes dedicarlo a cultivarte: haciendo deporte o buscando una actividad cultural que te llene de alguna forma, y eso es lo que nos propusimos hacer nosotros.

Jaume: ¿Cómo afrontáis la segunda edición de Imaginaria?

Lucas: Pues con más trabajo. Con muchísima ilusión, pero evidentemente con más trabajo. Ahora falta que el Ministerio se pronuncie. Si el Ministerio apoya y pone el dinero necesario habrá segunda edición seguro. Si el Ministerio no apoya hay un porcentaje elevado de posibilidades de que haya Festival porque por la respuesta que ha habido… el Ayuntamiento sabe que ha salido muy barato y es posible que se pudiera plantear hacerlo con recursos propios. En todo caso es una decisión política que no me compete.

En líneas generales estamos todos bastante contentos con el resultado final. Es posible que haya alguna voz crítica, pero el sentimiento general es que ha sido una buena experiencia. Hay cosas puntuales que hay que cambiar, pero bueno, eso es normal. Además teníamos a Los Titiriteros como garantes con su programación de espectáculos de títeres y buscamos a otros festivales u organizaciones como garantes de esos otros aspectos como son el cine de animación o la exposición de cómic. Aunque no hay ningún contrato que nos diga que tenemos asegurada la participación en la segunda edición ni hay la seguridad todavía de que ésta se vaya a celebrar, nosotros ya estamos trabajando en ella, porque hay que hacer la memoria de la edición pasada y ya hemos presentado propuestas para la próxima, porque antes de hacer la edición de Imaginaria 2013 tuvimos que presentar la propuesta de Imaginaria 2014, antes incluso de haber hecho la primera edición, lo cual era incluso más marciano, porque no sabías en qué te habías equivocado, en qué habías acertado, qué espacios eran los adecuados, qué propuestas eran las que funcionaban y las que no…

Evidentemente, para el año que viene seguirá habiendo riesgo, seguirá habiendo cine, seguirá habiendo música, seguirá habiendo muchos títeres y seguiremos explorando esa relación entre el títere y sus derivados posteriores a lo largo de la historia de la imagen. Eso es lo que todos estamos de acuerdo en seguir recorriendo como propuesta, la relación entre títeres e imagen en movimiento.

Jaume: ¿Y de cara al futuro Territorio Cultural…?

Lucas: Tiene que poner más proyectos en marcha. Muchos más. Porque realmente el margen con el que trabajamos es muy pequeño, con lo cual, o cobramos mucho más por lo que hacemos o hacemos muchas más cosas. Y creo que ese es nuestro camino, poner muchos más proyectos en marcha y definir el territorio a través de la cultura. Puede que haya un proyecto más grande, como en este caso es Imaginaria, pero hay otros más pequeñitos que nos gustan. Y sobretodo nos gustaría poner en marcha proyectos propios del tipo de Imaginaria, pero que no tuvieran necesariamente la envergadura de Imaginaria pero sí esta forma de entender la cultura.

Jaume: Pues yo creo que con esto ya tenemos la entrevista hecha…

Lucas: Solo he hablado yo…

Alejandro: Es que tú eres el de puertas hacia fuera…

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