Nuria Motis Boix. 33 años. Trabajadora social, especialista en arteterapia y monitora de musicoterapia. Me considero una persona extrovertida, social y con sentido del humor pero también algo cabezona. Me gustan los animales, disfruto mucho del arte y viajar me recarga las pilas. Actualmente soy autónoma y realizo cursos y talleres de desarrollo personal (activación de memoria, arteterapia, expresión corporal, risoterapia…) a través del proyecto Ríete Quiérete Supérate que cree junto a otra compañera. Desde 2017 trabajo en dos centros de salud mental como tallerista, uno está situado en Balaguer y otro en Mollerusa. Desde septiembre soy la trabajadora social de la residencia Pinyana de Alfarrás. También estoy estudiando el grado de psicología. Del 2015 al 2017 estuve trabajando en el turno social de guardia del IAM para situaciones de urgencia en violencia de género, impartí charlas para la prevención de violencia en diferentes Hogares del IASS en la provincia de Huesca y atendí las llamadas en el teléfono para emergencias de malos tratos en Aragón.
¿Consideras que has sido educada en principios de igualdad y feminismo? ¿Quién se encargó de hacerlo? Sí, en mi casa nunca ha habido espacio para el machismo. Tanto mi hermano como yo hemos tenido el mismo trato por parte de nuestros padres y las responsabilidades se han repartido por igual.
¿Tu madre acotó tu sentir feminista o te apoyó? ¿Ves a tu madre como una aliada, como una heroina, como una víctima…? Sin duda, ya que me ha educado para ser una mujer independiente. Una independencia que se consigue trabajando y labrándote un futuro para ti, lo que repercute en una mayor libertad para tomar tus propias decisiones. Respecto a cómo veo a mi madre te diré que como una mujer fuerte, inteligente y luchadora. Tiene una mentalidad muy abierta por lo que puedes hablar con ella de cualquier tema sin tapujos.
¿Has tenido que renunciar a algo por ser mujer? ¿Qué no has podido hacer? Supongo que en ocasiones he renunciado a lo que la mayoría de mujeres… a una mayor disposición del tiempo libre y a la sensación de seguridad que se desvanece cuando vuelves a casa sola durante la noche en una ciudad.
¿Qué diferencia ves en tu sociedad y tú medio (trabajo), de hace unos años, pongamos tres a ahora? ¿Piensas que hemos avanzado en logros concretos y mentalidad? Creo que hay una parte de la sociedad que está más sensibilizada y que reivindica con más energía la igualdad. Los casos de agresiones sexuales y asesinatos por violencia machista ha provocado que el movimiento feminista en nuestro país esté muy vivo, de hecho, recientemente se ha aprobado la Ley de Garantía de la Libertad Sexual que reconoce que afecta a las mujeres de forma desproporcionada. Sin embargo, sigo pensando que existen muchas brechas entre hombres y mujeres y el sexismo sigue estando a la orden del día, manifestándose a través de los roles estereotipados de género, los cuales, hacen referencia a los prejuicios de que existen actitudes adecuadas o inadecuadas según el sexo de la persona. El Trabajo social, por ejemplo, sigue siendo una carrera muy feminizada como todas aquellas que están relacionadas con el cuidado.
¿Piensas que el feminismo debe ceñirse a conseguir igualdad con los hombres en salario, oportunidades laborales y cuidados en la casa y familia o crees que son importantes los nuevos retos como la abolición de la prostitución? Partiendo de que el feminismo es el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre debe estar presente en todos los ámbitos, tanto en el público como en el privado. En cuanto a la prostitución, es un tema complicado. Si una mujer mayor de edad decide libremente ejercerla no veo inconveniente siempre que se garantice su seguridad, respeto y obtenga la protección laboral para poder cotizar, sindicarse… como en cualquier otro trabajo. El problema está que muchas lo realizan por necesidad. Lo ideal sería que no hubiera demanda para que no existiera la oferta. Obviamente, la prostitución forzada hay que abolirla.
¿Qué medidas políticas habría que tomar a parte de la educación para parar la lacra de asesinatos que estamos sufriendo a diario? Para parar esta lacra hay que centrarse en la prevención y eso requiere un cambio muy importante de mentalidad porque los asesinatos, las agresiones, abusos, amenazas… son la parte visible del iceberg pero debajo hay todo un conjunto de formas más sutiles que lo sustentan: la publicidad y lenguaje sexista, los micromachismos, las canciones y programas televisivos que son también fuentes de culturalización, las desvalorizaciones, la invisibilización y un largo etc. Todo ello es un reflejo de nuestra sociedad e influye en ella. Por otro lado, creo que son fundamentales las medidas de ayuda y protección para todas las supervivientes lo que se traduce en un mayor número de recursos y mejora de los protocolos de actuación.
A lo largo de la historia las mujeres han luchado por sus derechos y no es momento de parar ahora porque considero que el feminismo es la forma justa de vivir en sociedad. Ni con más ni con menos sino con los mismos derechos.
