Montañeros del Club Litera Montaña ascienden al Pico Boum

Crónica

Crónica

Cuando las primeras luces del alba, se colaban en los Llanos del Hospital, un grupo de montañeros del club Litera de Binéfar comenzaban a caminar, aprovechando el frescor que la noche había dejado en el valle.

La senda que nace en el aparcamiento de los Llanos, gana altura rápidamente para alcanzar la carretera, donde tomamos la ruta de Remuñé. Entre pinos y bajo grandes paredes de granito, nos vamos adentrando por el precioso valle, en el que la senda apenas gana desnivel y recorre el barranco de inquietas y ruidosas aguas. Poco antes de llegar al Portal de Remuñé, nos desviamos a la derecha y comenzamos a ascender por una empinada ladera de hierba. El suave paseo por el valle, se ha convertido en un penoso ascenso, y rápidamente cogemos altura sobre los ibones, para continuar con una travesía por un abrupto caos de rocas, en el que encontramos los primeros neveros.

Cuando llegamos a donde intuimos que debería estar el ibón de Boum, nos colocamos los arneses y los crampones, y armados con el piolet recorremos los neveros que nos separan de la pirámide del Pico Boum, nuestro objetivo de hoy. La parte final del nevero es bastante inclinada y la nieve está dura, lo que nos obliga a poner la máxima atención y clavar bien nuestros pasos. Al llegar a la pared una profunda rimaya nos obliga a saltar a la roca, donde dejamos el piolet y los crampones y comenzamos la trepada, por terreno expuesto y roto. Cuando alcanzamos la cresta, la roca mejora y trepamos una chimenea, que es la última dificultad del ascenso, para continuar hasta la cima por un estrecho pasillo sobre los abismos de Francia y España, disfrutando de un maravilloso paisaje, en el que la vista se pierde en un infinito mar de montañas.

El descenso, lo realizamos rapelando los tramos más verticales y expuestos. En la base nos volvemos a colocar crampones y piolet, para saltar nuevamente la rimaya y descender aprovechando los neveros, para perder altura con rapidez hasta alcanzar el caos de rocas y las praderas inclinadas, que nos conducirán nuevamente a la senda de Remuñé.

Tu publicidad






Banner 3
Aquí tu publicidad
Sitio web

Otras noticias

Ir al contenido