A Steve Jobs le preguntaron qué opinaban sus hijos del iPad y respondió que ni lo habían tocado. Y sí, existe en Silicon Valley esta escuela, carísima, adonde van los hijos de los gurús digitales y donde aprenden de manera tradicional, de modo que no tengan que coger un móvil en sus vidas. ¿Por qué? Porque sus padres saben que diseñan esos productos como si fueran máquinas tragaperras: para producir una adicción irrefrenable en personas desprotegidas. Esto tendría que decirnos algo, ¿no?
Marta Peirano, entrevistada en eldiario.es ; Madrid : Diario de Prensa Digital, 7 julio 2019 (extr. La Litera información)