Sería absurdo creer que la gente discute y se pelea porque creen en distintas teorías conspiratorias; al contrario, a menudo se diría que la gente cree en distintas teorías precisamente porque quieren discutir. Quieren vehicular y dar rienda suelta a la tensión subyacente en la sociedad, que no encuentra otros marcos . . . de expresión.
. . . Por ejemplo, el problema de las teorías conspiratorias sobre las vacunas . . . está, no en sus presuntas falacias lógicas o científicas, sino en que sirven para dar voz a una preocupación social que, de otro modo, quedaría sin expresar: la angustia ante la creciente deconstrucción del conocimiento científico y médico en los nuevos escenarios digitales.
Massimo Leone: «Preface», in Lexia. Rivista di semiotica, n. 23~24 [monográfico sobre las teorías conspiratorias] ; Torino y Ariccia : CIRCE y Aracne, 2016-06 (extr. y trad. La Litera información)