El recorrido de la procesión de los comulgantes de este año se cubrió con vistosos diseños hechos con virutas teñidas y otros materiales que no dejaron de sorprender
El trabajo de decenas de personas desde el sábado a última hora de la tarde hasta la madrugada de hoy domingo ha dado como resultado, un año más, el brillante espectáculo de las alfombras de viruta tintada con las que los tamaritanos cubren el recorrido de la procesión del Corpus Christi desde hace más de cincuenta años y que les ha valido el título de fiesta de interés turístico de Aragón.
Muchas de las personas ligadas a esta tradición hace décadas que, dos o tres meses antes de la fiesta, invierten una parte de su tiempo para diseñar, tintar las virutas y hacer plantillas destinadas a convertir esta fiesta en toda una sorpresa , cuidando de no repetirse, de color y composición. A ellas, cada año se suman decenas de vecinos de todas las edades, muchos con experiencia previa y otros, más jóvenes, atraídos por la magia de esta actividad tan artesanal en un mundo digital. Entre todos cubren con estas especiales alfombras unos 3.700 metros cuadrados de calzada, correspondientes a cinco calles y siete rosetones en plazas e intersecciones. Detrás de esta actividad hay varios grupos vecinales –apoyados por el Ayuntamiento de Tamarite que subvenciona los materiales- que se reúnen previamente y que, principalmente, se corresponden con las alfombras que giran en torno a las calles Obispo Miranda, Mayor y plaza España, así como alrededores del templo Santa María la Mayor, que forman parte del recorrido que hace la procesión del Corpus Christi, motivo primigenio por el que nació esta tradición.
Este año los motivos dominantes en la alfombra de la plaza de España han sido los florales, con verdes, fucsias y piedra como colores base, en una composición de cuatro metros de ancho por unos cien de largo, incluida la zona que une la plaza con la calle Mayor, donde había una espectacular amapola, y donde también lucía la que hacen los niños comulgantes. El grupo de Obispo Miranda –que incluye esta calle, la bajada de la iglesia, plaza Mayor, del Replanell y del Mesón- ha eligido para esta edición motivos geométricos, combinados con otros florales, así como uno tipo cristalera, con azules, verdes y lilas como colores predominantes en el inicio de la calle, y un llamativo ángel en la plaza del Mesón, aunque son muchas las tonalidades que han manejado. En la calle Mayor, donde se hace una alfombra y un altar, el diseño ha sido de Javier Blanch y ha consistido en corazones con fondos azules y amarillos, de gran vistosidad.
La novedad este año ha consistido en la incorporación de paneles explicativos de las alfombras, destinados a informar a los cientos de visitantes –entre los que se contaba un grupo de la Asociación Down Huesca con personas de varios países-, que también han podido disfrutar de las interpretaciones musicales con las que ha amenizado la mañana el grupo The Brass-as que ha actuado en la plaza de España.
En esta fiesta destaca, sin duda, la implicación vecinal, que comienza en los centros escolares –hacen alfombras en el CEIP San Miguel y en la Escuela Infantil “El Tamarindo”- y sigue por los centros de mayores, como la Residencia Comarcal, donde también hicieron días atrás su propia alfombra. Entre los colaboradores destacan, asimismo, los diseñadores de los motivos, que además del citado son la veterana Conchita Oset y Javier Sistac y el joven albeldense Elian Naval, autor del cartel anunciador de esta última edición de las Alfombras del Corpus de Tamarite de Litera.
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