Texto e Imagen: Jaume Garcia Castro
Altorricón, 22 de noviembre de 2015.- A pesar del frío intenso, valía la pena salir de casa para ir a la sala de exposiciones del Centro Cultural de Altorricón a disfrutar de la exposición de la fotoperiodista Judith Prat, una de las figuras más interesantes de la cultura oscense actual y que tiene una proyección internacional avalada por la auténtica cosecha de premios que respaldan su trayectoria. Afortunadamente, el Ayuntamiento de Altorricón ha recuperado dos de sus más recientes trabajos para esta exposición que permitirá a los altorriconenses conocer mejor la obra de Prat a través de dos de sus reportajes fotográficos más recientes.
Nacida en Altorricón y ahora afincada en Zaragoza, Judith Prat tiene una mirada tremendamente efectiva para dibujar de una pincelada retratos de una profunda humanidad. El centro de su obra es el ser humano, pero no por ello deja a un lado el paisaje urbano o el entorno, al contrario, consigue integrarlo en su discurso, de tal forma que refuerza el mensaje original. El objetivo de su cámara hace mucho más que congelar un instante, consigue explicarnos una historia formada de varias microhistorias, imágenes que trazan en su conjunto un discurso con criterio, dinámico y potente. En su obra no hay lugar para las medias tintas ni para los matices, es la realidad cruda y así se nos presenta, lo que no quiere decir que no tenga un discurso estético, todo lo contrario. Sus encuadres están cuidadosamente pensados o surgen del momento, pero no hay duda que trascienden la imagen meramente informativa y dan un paso decidido hacia el arte. Prat consigue, y no es fácil, aunar ética y estética, información y arte, en cada una de sus imágenes.
En el primer reportaje del que consta la exposición, titulado “La Luz: chabolismo portuario”, Judith Prat sumerge al espectador en el Puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria, un espacio donde se amontonan decenas de buques abandonados por el armador. Esos buques albergan a las tripulaciones que trabajaban en ellos, abandonadas a su suerte, sin visado, sin permiso de residencia, sin dinero ni posibilidad de ganarlo. Viven en condiciones de extrema pobreza, sin agua, luz ni posibilidades de entrar en territorio español para buscarse un empleo o volver a casa. Estas personas viven en un limbo legal fuera de cualquier jurisdicción y nadie quiere hacerse cargo de su situación. Viven en el esqueleto de lo que antes era su puesto de trabajo, esperando eternamente una solución a su situación, sin familia, amigos o derechos. En ese ambiente, Prat nos muestra fragmentos de esas vidas truncadas, hombres que sobreviven como pueden, pero sin perder nunca la dignidad. En una serie de imágenes de vivos colores, esos rostros de hombres fatigados, esas vidas vaciadas de sentido por empresarios sin escrúpulos, nos muestran un fenómeno prácticamente desconocido del gran público que está convirtiéndose en un doloroso problema en cada vez más puertos comerciales de todo el mundo.
El segundo reportaje, mucho más amable, es un precioso caleidoscopio de imágenes, en blanco y negro, de un barrio de Manchester. “Northern Quarter: People and Places” es un bello repaso de la vida en las calles del barrio más creativo, bohemio y culturalmente efervescente de la población británica. El pulso vibrante de la música, el arte urbano, las tribus urbanas, los artesanos, las fiestas, las calles… todo pasa por el tamiz de la cámara de Judith Prat y nos dibuja un retrato vivo en el que el blanco y negro nos muestra el alma de la ciudad, dejando al desnudo aspectos que para otra persona pasarían desapercibidos y que nos explican la otra historia de este mítico barrio de Manchester.
En definitiva, valía mucho la pena visitar la exposición y conocer la obra de Judith Prat. Por si alguien se la ha perdido, puede hacer una visita a su página web donde encontrará una muestra de algunas de sus colecciones de imágenes, o ver su reportaje fotográfico sobre los refugiados sirios en la revista Pikara Magazine.