Pilar Bernad
Rubiales nos ha querido vender la burra en la Asamblea Extraordinaria de la RFEF; no dimite y aprovecha para poner en marcha la estrategia de hacerse la víctima, con la que crear el “relato” del consentimiento en el beso y una conspiración contra él.
Si Rubiales quiere ser el bueno, hay que buscar a los malos.; los sospechosos habituales, las feministas, los medios de comunicación, Tebas y todos a los que nos engañan nuestros ojos mentirosos cuando vimos lo que vimos el domingo.
Al Sr. Rubiales lo que le preocupa es perder el poder siendo el presidente (indigno) de la RFEF, cargo del que sólo por presión publica puede ser defenestrado.
Hay otro partido paralelo. Sin procedimiento penal en marcha, con su relato de que hubo consentimiento ya no habría agresión sexual.
Por eso Rubiales ya ha marcado su estrategia de defensa; ademas de ser un beso como el que les da a sus hijas, existió por expreso deseo de Jenni: «Ella fue la que me subió en brazos y me acercó a su cuerpo. Y yo le dije: ‘¿un piquito?’ y ella me dijo, ‘vale’” .
En un delito de agresión sexual en el que no estén involucrados menores, es la víctima LA ÚNICA que puede iniciar las acciones legales interponiendo una denuncia al ser un delito semipúblico; pero al haberse producido el delito fuera de España, solo podría ser juzgado si existiera un delito equivalente en Australia. La presión sobre Jenni debe estar siendo insoportable al haber puesto ahora este señor los focos sobre ella y su consentimiento; no hay derecho a esto.
La falsa convocatoria de la junta de la RFEF tras filtrar su dimisión a los medios el día anterior, le ha servido a Rubiales y su camarilla (porque esto va de poder y control en la RFEF) para “contar afines” y en el tiempo que permanezca al frente os aseguro que hará limpieza con todos los que no lo han apoyado y aplaudido hoy.
Rubiales es un indigno representante que pretende abusar de su poder impunemente; a nosotros como opinión publica nos toca decir una y mil veces que no pueden triunfar los que intentan maquillar sus malos actos con ese poder.