. . . un niño sano y bien cuidado, de un año de edad, es un alimento nutritivo, saludable y delicioso, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y no dudo que servirá igualmente para un fricandó o un ragú . . .
He calculado el coste de criar al hijo de un pordiosero (categoría que incluye a los campesinos, los obreros, y cuatro quintos de los granjeros) en aproximadamente dos chelines por año; y creo que ningún caballero regateará pagar diez chelines por el canal fresco de un niño gordo, que como he dicho dará para cuatro servicios de excelente y nutritiva carne cuando tiene un solo invitado o cuando cena en familia. Así el caballero aprenderá a ser un buen terrateniente y se hará popular entre sus arrendatarios, y la madre tendrá ocho chelines de beneficio neto y estará en condiciones de trabajar hasta que produzca otro hijo . . .
Desearía que los políticos a quienes no guste mi propuesta . . . pregunten a los padres de estos mortales si ahora mismo no les parecería una gran felicidad haber sido vendidos como alimento a la edad de un año, en la forma que prescribo, y así haberse ahorrado el rosario de desdichas que han sufrido por la opresión de los terratenientes, la imposibilidad de pagar la renta . . ., la falta de sustento, la de casa y ropa para defenderse de las inclemencias del clima, y la perspectiva inevitable de legar semejantes o mayores miserias a su descendencia.
Jonathan Swift, A modest proposal for preventing the children of poor people in Ireland, from being a burden on their parents or country, and for making them beneficial to the publick ; Dublin : S. Harding, 1729 (extr. y trad. La Litera información)