Texto: Jaume Garcia Castro
Imagen: Archivo
Santa Bárbara, California. 23 de junio de 2015.- James Horner, compositor entre otras muchas de la oscarizada banda sonora de Titánic, fallecía el lunes por la mañana a consecuencia de un accidente de avioneta. Con tan sólo 61 años, deja a sus espaldas un legado de más de 30 años de composiciones para el cine, algunas de ellas extraordinariamente conocidas del gran público. El compositor viajaba solo en su avioneta cuando ésta se desplomó al suelo.
Su estilo como compositor destacaba por un extraordinario lirismo en los pasajes más poéticos y de una extraordinaria fuerza en las escenas de acción. Una frase musical elaborada con las tubas era su marca personal, ya que aparece en buena parte de sus bandas sonoras. Sus colaboraciones con James Cameron y con Ron Howard son, probablemente, lo más conocido de su producción artística. Vamos a hacer un pequeño repaso a su carrera pasando por alguna de sus bandas sonoras más significativas:
Willow – Elora Danan
En esta composición podremos apreciar los constantes cambios de ritmo e intención de los que es capaz Horner en uno de sus más inspirados trabajos. Willow le permitió explorar el mundo de los cuentos de hadas, tanto el lado más luminoso como el más oscuro, llegando a cotas de excelencia en ambos extremos.
Cocoon – Main Theme
Cocoon fue un filme que triunfó por la curiosa trama que nos planteaba, pero cuya banda sonora contribuyó notablemente a dar credibilidad a la historia en la que un grupo de ancianos se sentía rejuvenecer gracias a bañarse en una piscina llena de unos extraños huevos extraterrestres. En este caso es el Horner lírico el que sale a la superficie con unas composiciones más cercanas al costumbrismo, pero cargadas de frescura y aires nuevos en un tipo de cine poco acostumbrado a esos niveles de calidad. Los metales adquieren una importancia vital en esta banda sonora en la que se introducen instrumentos electrónicos que pasan casi desapercibidos.
Aliens – Combat rescue countdown
Para mi gusto, la primera obra maestra de James Horner es esta banda sonora en la que su estilo musical enriquece muchísimo al film, aportando ese plus de fuerza que se sumó a las imágenes de James Cameron creando uno de los mejores films de acción de su época. La aportación musical de Horner no sólo destaca en el ámbito del visionado del film, sino que en una escucha aislada, sin ver las imágenes, tenemos también piezas musicales que no tienen nada que envidiar a la de compositores clásicos del último siglo. Clasicismo, modernidad, revolución y tradición todo en uno. ¿Qué más se puede pedir?
El nombre de la rosa – Títulos de crédito
Misterio, misticismo y atmósfera, mucha atmósfera, es lo que aporta Horner a este filme de Jean-Jacques Annaud. Contrariamente a lo que se podía esperar de una película ambientada en la Edad Media, los sintetizadores y el vocorder son los protagonistas de la formación musical, lo que crea una original forma de ironía sonora que funcionó muy bien.
Tiempos de gloria – Suite
Una película se puede ver enriquecida extraordinariamente por una banda sonora de matrícula de honor. No sólo se consigue el ambiente bélico necesario, sino que le otorga al film ese punto épico que las imágenes no supieron conseguir. La fórmula de Horner es sencilla, pero la aplica con magistral pulso: las maderas aportan el lirismo, las percusiones la fuerza y el ritmo y las voces la épica. Todo junto conforma otra banda sonora de matrícula de honor.
Braveheart – A gift of a Thistle & The Secret Wedding
El film de Mel Gibson supuso el reconocimiento del gran público para el trabajo de James Horner. Las imágenes y la música casaban perfectamente en esta historia de amores perdidos y revolución que sedujo a los espectadores de medio planeta. Horner utiliza especialmente la flauta, un instrumento que tiene gran importancia en su trabajo, el arpa e incorpora de forma importante a la gaita escocesa, otro instrumento que será vital también en la banda sonora de Titanic, dos años más tarde.
Apollo 13 – End Credits
Otra de esas bandas sonoras en las que se mezcla el lirismo y la contundencia de la épica en las que era experto Horner es la de Apollo 13, un atípico filme de superación en el que se reconstruye la más accidentada misión espacial a la Luna. La banda sonora, además del excelente trabajo de Horner, se nutría de una gran cantidad de temas musicales contemporáneos que acabaron de construir el mosaico sonoro que contribuyó al éxito de la película.
Titanic – Selección de temas
La banda sonora y la canción de Titanic supusieron a James Horner los dos únicos Oscar de su carrera. Curiosamente, la canción de Céline Dion estuvo a punto de no incluirse en el film porque no le gustaba a casi nadie. No hace falta decir que es la composición más conocida de Horner, ya que ha sonado hasta el hartazgo. Aún así, recomendamos hacer el esfuerzo de escucharla como si fuera la primera vez y se podrán apreciar las delicadas texturas con las que Horner consigue hilvanar en una simple canción, tanto la épica como el lirismo que le son característicos.
La máscara del Zorro – Main Theme
Otro gran tema musical es el de La máscara del Zorro, película de acción y aventuras en las que Horner flirtea con lo aprendido escuchando a los grandes compositores españoles, especialmente Albéniz y Falla, presentes en la banda sonora a modo de homenaje, y con un flamenco hollywoodiense, si es que tal mezcla puede existir. El tema principal es de gran belleza, muy cercano al del cine épico del tándem David Lean/Maurice Jarre.
Una mente maravillosa – A Kaleidoscope of Mathematics
Acabaremos este repaso con este bello e intrincado tema de Una mente maravillosa, en el que se acerca a la música minimalista sin salirse de su propio estilo, creando, como el propio título indica, un caleidoscopio musical de tremenda belleza y efectividad. Una pieza sólo al alcance de un auténtico maestro.
Descanse en paz, James Horner. Buen trabajo.