Este es el segundo año que se recoge esta preciada especia en la única explotación de La Litera
Eva y Joel, llevan casi diez años en Zurita, pedanía de Baells, donde ellos y sus dos hijas Alba y Naia son los únicos habitantes durante la semana. Esta pareja que decidió abandonar la ciudad y probar una vida diferente, partiendo de cero, ahora lanza al mercado su marca de azafrán.
Totalmente desconocedores del cultivo del «oro rojo», buscando nuevas oportunidades económicas, supieron del cultivo de este bulbo en Estaña, una pequeña aldea al lado de Estopiñán donde Daniel Grau había iniciado su cultivo hace unos años con buenos resultados económicos. Hicieron una prueba en su huerto, vieron que aguantaba bien la climatología y al año siguiente estaban cultivando azafrán ecológico en una parcela de 1.500 m que les han cedido para su recuperación.
Los bulbos se plantan en julio y la recolección de las hebras suele ser a principios de noviembre, la floración dura unas tres semanas. La recolección, pesada y minuciosa por lo delicada que es la flor se hace a primera hora de la mañana antes que el sol o la lluvia puedan estropearlas. Son necesarias 150 flores y mucha ayuda para conseguir un gramo de la especia más cara del mundo. Después de la recolección para la que han contado con la ayuda de amigos, viene el delicado trabajo de desenhebrado antes de doce horas para que los pistillos mantengan integras sus propiedades y su posterior secado.
Después de una buena cosecha, este azafrán de primera calidad, cultivado de manera totalmente ecológica saldrá al mercado con la marca Azafrán Zurita y va destinado a restaurantes de nueva cocina y tiendas gourmet. Se comercializará en envases de 1/2, 1 i 2gr .