La competición organizada por la Federación Española de Ciclismo tuvo lugar el pasado fin de semana en el Circuito de Cheste
Diego, aficionado al ciclismo desde el 2004, es literano de Alcampell y Tamarite aunque reside en Lleida, corre en el Club Ciclista de Binéfar y es la séptima vez que compite en una prueba de este nivel. La competición en la que participaron 300 corredores, consistía en dar el mayor número de vueltas al circuito de 4 km durante 24 h.
El mismo nos explica su esperiencia
Recuperado casi del todo. Os escribo una pequeña crónica de lo que ha pasado estos 2 últimos días.
En primer lugar agradecer a Juan Aurín su colaboración, los que lo conoceis ya sabeis que sin ayuda es imposible participar, pero que el hecho de que tu ayudante sea él, te da ventaja sobre todos tus rivales. Como muestra, es el único asistente que tenia que asistir a 2 ciclistas y ademas los 2 han quedado de los 8 primeros. Increible su eficiencia.
La carrera ha sido totalmente distinta a las 6 carreras de 24h que yo había acabado hasta ahora. En las anteriores yo disfrutaba-competia las primeras 8-10 horas y las siguientes era un via crucis de sufrimiento y de aguantar por tozuderia. Sin embargo este año no he llegado a sufrir en ningún momento. Creo que por dos motivos; el primero y fundamental porque por primera vez en mi vida he llegado bien entrenado a un campeonato, gracias al amigo Raul Aguirre. He entrenado un poquito menos pero más cientificamente y el resultado es fantástico. El segundo motivo, la «caida» de la primera vuelta. Al quedarme descolgado me he pasado toda la primera hora rodando rápido pero en mis limites esperando el regreso por detras del pelotón, de modo que cuando me han vuelto a coger he podido seguirles sin forzar. Eso si, sabiendo que tenia que recuperar una vuelta perdida.
En esto, llega el momento clave. Sobre las 7 horas de carrera cuando le llevo una vuelta de ventaja al segundo, entró a avituallarse y me cogió en seguida, de modo que yo, sin agua, tuve que aguantar 50′ sin atreverme a entrar porque sabia que suponía perder mi ventaja. De,modo que cuando ya estaba exhausto, Palomares, el segundo atacó y se fué con un grupo, yo tuve que entrar a avituallar y al salir del avituallamiento, allí estaba Amadeu esperandome, y me llevo en volandas hasta Palomares quien habia reventado intentando seguir a aquel grupo. Allí conservé mi ventaja y de allí en adelante, los 35 grados de calor hicieron el resto hasta las 9 vueltas de ventaja.
Gracias Diego y a seguir cosechando éxitos.