Comunicado de la familia del bombero herido en el incendio de viviendas de Benasque el 9 de febrero

La noche del viernes se declaró un incendio  en un bloque de viviendas Benasque

La noche del viernes se declaró un incendio  en un bloque de viviendas Benasque

Como consecuencia del incendio tres bomberos resultaron heridos de diferente consideración

Uno de ellos a día de hoy permanece ingresado en la UCI de Zaragoza en espera de que se confirme el diagnóstico. Esta ha sido la noticia que estos días narraba la prensa local y autonómica. De estos titulares se puede deducir que el bombero que permanece ingresado ha sufrido un accidente derivado del riesgo inherente a su puesto de trabajo. Y esto es así en parte, pero no es toda la verdad.

La realidad es que mi compañero y padre de mi hijo, bombero profesional con más de diez años de experiencia, se encuentra actualmente en la UCI con lesiones aún sin determinar debido a la pésima gestión de los servicios de salvamento y extinción de incendios de las comarcas oscenses en general y de la Ribagorza en particular, situación que lleva años denunciándose desde la agrupación de bomberos profesionales de Aragón.
En primer lugar, y antes de entrar en detalles, quiero agradecer a la presidenta de la Comarca de la Ribagorza, Lourdes Pena, su preocupación por el estado de salud de Jose y su ofrecimiento sincero a ayudarnos en todo lo posible. Lo agradezco profundamente, pero mucho más agradecería que de una vez por todas se tomaran las medidas pertinentes para mejorar las pésimas condiciones laborales de las bomberas y bomberos de este servicio, condiciones que están llevando a poner en grave riesgo tanto sus vidas como las de la población civil por la que ellos responden, teniendo que intervenir tantas y tantas veces con unos medios materiales y personales tan escasos y deficientes que serían de autentica risa si no fuera porque hoy nos llevan a lamentar este grave accidente.

Dicho esto y por motivos más que obvios, hoy hago mías las reivindicaciones de mi compañero, que lleva años denunciando dicha situación. Reivindicaciones y denuncias que una y otra vez son desoídas por todos los responsables políticos: comarcales, provinciales y autonómicos.
En el incendio de la pasada noche todos los factores que tanto tiempo se llevan denunciando, se aunaron para tener como consecuencia este desenlace. En primer lugar una dotación de personal a todas luces insuficiente, estamos hablando de DOS BOMBEROS en el parque de Villanova para cubrir toda el área del valle de Benasque. Cualquiera puede entender que dos personas por muy formadas y profesionales que sean poco pueden hacer ante una situación de emergencia como la que se presentó el viernes.
Una vez recibida la llamada, los dos bomberos que se encontraban de guardia localizada, en sus domicilios, acuden al parque de bomberos de Villanova para comenzar la intervención, esto implica, incrementar el tiempo de actuación en unos 15-20 minutos, previendo que el incendio podría tener una magnitud considerable, se activan a los parques de Graus y Benabarre, como consecuencia, estas zonas quedan sin protección de salvamento y extinción de incendios, puesto que los bomberos que allí trabajan tienen que desplazarse hasta el valle de Benasque. El tiempo mínimo que tardan en llegar es de 45 minutos/1 hora aproximadamente, dada la orografía de la zona. Al tiempo se activa al servicio de Barbastro para que acuda de apoyo con un brazo articulado, del cual carecen los parques de la comarca y única herramienta que hace posible atacar este incendio sin poner en peligro la vida de las personas que trabajan en la extinción del mismo. Mientras llegan los refuerzos, la autobomba y el brazo articulado, debido al fuerte viento, el incendio adquiere unas dimensiones ya considerables, que lo hacen prácticamente imposible de apagar. Las familias han sido evacuadas del edificio, por lo que no hay que lamentar daños personales, cierto, pero tampoco olvidar que estas personas han perdido sus viviendas debido a la pésima situación en la que se encuentra este servicio.
Desde que se da el aviso, hasta que hay personal suficiente para una intervención mínimamente efectiva han pasado al menos dos horas. Dos horas sin autobomba, sin brazo articulado, sin personal, sin agua porque los camiones carecen de un anticongelante específico para evitar la congelación del agua a unas temperaturas de entre -5 y -10 grados. Y en estas condiciones, siguen trabajando para evitar daños mayores e intentar salvar lo insalvable y con el desenlace que me está llevando a escribir este comunicado.
Mi compañero se encuentra actualmente en la UCI por desempeñar su trabajo en unas condiciones lamentables, de sobra conocidas por la administración pública para la que trabaja, la comarca de la Ribagorza, que ha recibido varias denuncias en inspección de trabajo.
Denuncias interpuestas hace más de un año que aún siguen sin respuesta. La misma comarca que hace contrataciones como bomberos a personas que no tienen absolutamente ninguna experiencia y formación como tales, así, el servicio de salvamento y extinción de incendios de la comarca ha llegado a estar en manos de personal que NUNCA, repito NUNCA ha trabajado como bombero, ni tan siquiera como voluntario.
Mi compañero y el padre de mi hijo, se encuentra hospitalizado por realizar su trabajo, mientras que sus condiciones laborales no han hecho más que empeorar año tras año, con un sueldo que roza la precariedad, teniendo que pelear para obtener permisos para formarse para realizar su trabajo con un rigor y profesionalidad que los y las responsables administrativos del servicio no conocen. Teniendo que luchar por cosas tan básicas como que las bajas de los compañeros se cubran por personal cualificado, por eliminar las más de 2200 horas de guardia localizada que hacen en lugar de las horas de presencia en parque, porque la bomberas y bomberos que operan en cada zona no tengan que desplazarse a intervenciones a las comarcas colindantes, debido a la sangrante falta de personal, dejando expuesta a la población civil, que no es consciente de tantas y tantas veces que la total precariedad de este servicio está poniendo en riesgo tanto sus vidas como las de ellos. Y así en un suma y sigue que durante años he vivido en primera persona.
Hoy es Jose el que se encuentra hospitalizado, sin conocer aún el alcance de sus lesiones, sin saber si va estar un año, seis meses, o tres semanas sin poder levantarse de la cama por decisiones tomas desde despachos, con una irresponsabilidad absolutamente flagrante.
Pido, exijo, desde el lugar que me corresponde como civil, compañera y madre que dejen de una vez por todas de jugar con nuestras vidas y nuestra seguridad. Que se mejore la calidad de este servicio y las condiciones laborales de las bomberas y bomberos que para él trabajan.
Porque se lo merecen y nos lo merecemos. Basta ya.

Tu publicidad






Banner 3
Aquí tu publicidad
Sitio web

Otras noticias

Ir al contenido