Poques preguntes

En Joni D., autor d’arrels lliteranes que va presentar no fa gaire a Tamarit el seu llibre La Torre de la Serra, estava per aquí de nou. Vam xerrar una estona i, amb retalls de la conversa, hem fet una conversa que hauria pogut ser.

Aragonés y catalán en la escuela

La Dirección General de Política Lingüística del Gobierno de Aragón ha dado a conocer a los medios de comunicación algo que podemos considerar muy positivo para las lenguas propias de Aragón, que es incluirlas en el currículo educativo y declarar que puedan ser lengua vehicular en clase siempre que se sujeten a unas normas (poco claras) y se haga un proyecto que deberá ser aprobado por la autoridad competente. La noticia, que ha puesto nerviosos a los contrarios al reconocimiento del catalán como lengua propia de Aragón y a todos aquellos que están en contra de la presencia del aragonés y catalán en las escuelas, al menos con esos nombre, los únicos que científicamente son aceptables, ha sido aplaudida –la noticia, digo- de manera general por los defensores del trilingüismo. Otros, en cambio, aplaudimos que el Gobierno por fin saque del limbo de la extraescolaridad las lenguas y las incluya en el currículo, pero ¿de verdad eso va a tener una especial repercusión en la salvaguardia del catalán y del aragonés? ¿Realmente con eso se ha llegado a lo necesario y deseable? Pues no; en mi opinión rotundamente no. Y voy a explicar de modo breve por qué tengo mis dudas sobre la efectividad de las medidas, que más bien parecen paños calientes que remedios reales.

Pendientes de un hilo de araña

Estaba este sábado en un pueblo del Cinca Medio, en una reunión familiar, cuando al finalizar prácticamente la comida y antes de la sobremesa, una de las personas se encuentra indispuesta y al instante está en el suelo con su tez súper blanca, inquieta, semiinconsciente y, lo que es peor, sin médico en el lugar. Llamamos inmediatamente al 112 y comienza el rosario de cristal.

Bienes o no bienes, pero seguro que llegaremos…

¡Ya han llegado, ya están aquí! parte de las 97 obras reclamadas a la Generalidad de Cataluña , una obras dicho sea de paso, “de escaso valor y almacenadas en la bodega” del museo catalán.

¡Estamos hartas!

Nada. No sentimos nada. Sentimos la ausencia de dolor, la ausencia de rabia e indignación.

Hasta cuándo

Antonio Cosculluela rectifica y decide irse a “casa” en un acto lleno de cordura, amor a su origen, principios y, lo más importante, irse a su Alcaldía antes que sus socios de gobierno le envíen a la lona.

G. Martínez: Retorno al futuro

La Gene en ningún momento ha querido nada más que un Pacto Fiscal. Ha utilizado el Procés y la amenaza gaseosa de independencia para negociarlo.

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