Texto e Imagen: Jaume Garcia Castro
Ayer se celebró en Binéfar el VI encuentro de Escuelas Públicas de Música de Aragón. La música llenó por unas horas las calles de la población literana. Ejea de los Caballeros, Valderrobles y la anfitriona Binéfar eran las escuelas que presentaban ante el público los avances de sus alumnas y alumnos, personas de todas las edades, desde los ocho hasta los más de cincuenta años de algún alumno. Algunos de ellos estudian solfeo y sueñan con dedicarse profesionalmente a la música, otros lo hacen como simple hobby, pero a todos les une el amor a la más antigua de las artes.
A las doce del mediodía empezaba el primer concierto, el que presentaba un programa más intimista, más delicado, que requería de una buena acústica y silencio por parte del público. Piano a dos manos, flautas, voces… Una a una las diferentes escuelas iban presentando las más delicadas de sus interpretaciones en la Iglesia de San Pedro Apóstol, que con sus muros de piedra, hacían reverberar las notas para dotarlas de vida propia. Una vez acabadas las actuaciones, los grupos de músicos se repartieron por diferentes restaurantes de Binéfar para degustar las diferentes especialidades de la zona.
Un cambio de última hora llevó a los músicos a trasladar todo el concierto del Teatro Municipal Titiriteros de Binéfar hasta el Salón de Actos de la Asociación Cultural Recreativa Binéfar 77, donde se pudo dar acogida a todos los músicos congregados, muchos más de los previstos inicialmente. A pesar de todo el concierto transcurrió con normalidad, destacando por encima de otras actuaciones la de dos intérpretes muy jóvenes. La primera es una pianista de apenas quince años, Lara Celma Serrat, apunten este nombre, alumna de la Escuela Municipal de Música de Valderrobres, que dejó a todo el público encantado con su interpretación de un tema del compositor italiano Ludovico Einaudi. Lara interpretó la pieza de Einaudi con la sutileza propia de quien se la ha hecho propia, matizando nota a nota toda la pieza. La segunda es la de la clarinetista solista Ester Miret, de la Escuela Municipal de Música de Binéfar, que actuaba con la Big Band y que hizo una muy notable actuación interpretando Moonlight Serenade, de Glenn Miller, una composición falsamente sencilla, que es una de las cimas de la música ligera del Siglo XX. Miret supo atacar con sencillez y eficacia esta pieza en la que el clarinete tiene una importancia capital. Hizo lo que se espera de un buen músico, simplemente ser fiel a la partitura, pero conservando tu propia personalidad.
Este concierto acabó ya tocadas las seis y media, a tiempo para recoger los bártulos, cambiarse de indumentaria y llegar a la actuación de las 19:30h. en la Plaza España. Allí, ante un público más numeroso, las que actuaron fueron las bandas. Todas ellas demostraron el buen hacer de sus alumnos, pero fueron los binefarenses los que dieron la impresión de ir más seguros con sus interpretaciones. Especialmente interesante su versión del tema principal de El señor de los Anillos, de Howard Shore, en la que sacaron lo mejor de la formación. Eficacia sin virtuosismos innecesarios y sonido claro y preciso son los ítems que nos han demostrado con su actuación de hoy.
En general, en la Plaza España, el público se lo pasó en grande, reconociendo las piezas interpretadas por los músicos, acompañando con las palmas cuando éstos se lo pedían o cantando espontáneamente partes de las canciones interpretadas. Lo más destacable, además de la pericia de los intérpretes, es el hecho de que el abanico de edades, tanto de los alumnos como de los espectadores, era amplísimo, haciendo de este encuentro de escuelas municipales de música un evento de primer orden para todas las edades.