Ayer viernes, el director general del Instituto Aragonés de la Juventud, Fernando Peña, el presidente de Scouts Católicos d’Aragón mSc, Pedro Farré, y el alcalde de San Esteban de Litera, Fernando Sabés, visitaron a los chicos y chicas que han participado en el Campo de Trabajo que se ha desarrollado en la población literana. Los participantes son chicos y chicas de entre 15 y 17 años venidos de toda España que han elegido San Esteban para ir a desarrollar su trabajo, tener un primer contacto con técnicas y oficios, conocer a chicos y chicas de su edad de otros lugares, con otras realidades, aprender a convivir y a ser tolerantes con los demás, en definitiva, es una escuela de lo que es la vida. Aunque para la mayoría de los participantes esta es la primera vez que se han apuntado a un campo de trabajo, hay un par de casos curiosos, como el de una chica que ya estuvo el año pasado y este año repite experiencia con compañeros nuevos pero en la misma población, o el caso de otra chica, cuyo hermano ya estuvo en San Esteban en años anteriores en otro campo de trabajo y ella se ha apuntado porque su hermano disfrutó muchísimo de la experiencia y ella no quiere ser menos.
Fernando Peña destacó en una conversación con los medios que desde el Instituto Aragonés de la Juventud se hacen estudios sobre el terreno, se pregunta a los participantes y se les pide que valoren la experiencia vivida, además de muchos otros parámetros, que sirven para valorar la inclusión o no de San Esteban en la siguiente temporada, y que la población repite año tras año en función de sus resultados. Fernando Sabés insistió en que cada año hay algún chaval que repite, señal de que les ha dejado huella. Sabés también insistió en que lo que buscan es que los chavales interactúen, que aprendan a ser tolerantes, y que, en definitiva, acaben siendo mejores ciudadanos.
Ya en el terreno, nos acercamos a la antigua yesería, lugar donde los chicos y chicas han estado llenándose de polvo a diario, reconstruyendo una caseta que ha quedado muy bien rematada, donde se han restaurado los muros y sobretodo la cubierta, se han añadido dos vigas nuevas, se ha puesto malla protectora, se ha recubierto con hormigón y finalmente se han puesto tejas nuevas. Quien nos explica todo esto es Pedro Farré, quien se mueve entre los chavales como pez en el agua. Nos explica que han tenido mucha ayuda de los monitores y de un hombre, un trabajador de la construcción, que se quiere mantener en un segundo plano, pero que es quien ha enseñado a los chicos y chicas las técnicas para crear el mortero, utilizar la paleta y los ladrillos o piedras y a colocar las tejas.
Aunque se le ha dado un empujón decidido, las obras de rehabilitación de la yesería no están acabadas. Aún queda mucho por hacer, pero tienen planes para recuperar el oficio, contactar con antiguos trabajadores de la empresa para que les enseñe a los chavales las técnicas básicas para trabajar con yeso y un largo etcétera que se va a ir desarrollando durante los próximos 10 años, que son los que tiene el Ayuntamiento de San Esteban para desarrollar todos los proyectos relacionados con ese espacio.
Este campo de trabajo es uno de los 10 que se han organizado este verano en Aragón, seis de ellos en la provincia de Huesca, dos en Teruel y dos más en Zaragoza.