A.G. Haldane y V. Madouros: «El perro y el disco volador»

Coger al vuelo un frisbee, uno de esos discos de plástico que giran mientras planean, no es tarea fácil. Para logralo hay que sopesar una compleja serie de factores físicos y atmosféricos, entre ellos la velocidad del viento y la rotación del disco. Si un físico tuviera que estudiarlo como un problema de control óptimo, necesitaría comprender y aplicar la Ley de la gravedad de Newton.

Y sin embargo, a pesar de su complejidad, es algo que se hace bastante a menudo. Podemos constatar empíricamente que no es una tarea reservada a doctores en física. De hecho, es una habilidad que un perro normal puede aprender; incluso mejor que los humanos.

Entonces, ¿cuál es el secreto del éxito del perro? La respuesta, como en muchas otras áreas de toma de decisiones complejas, es simple. O, mejor dicho, es: no lo compliques. Porque diversos estudios han demostrado que el perro que atrapa un disco al vuelo sigue la regla más simple: correr a una velocidad tal que el ángulo de visión respecto al disco permanezca más o menos constante. Los humanos seguimos la misma regla.

Detener una crisis, como atrapar un disco, es difícil. Hacerlo requiere que el regulador evalúe una compleja gama de factores financieros y sicológicos, entre ellos la innovación y la inclinación al riesgo. Si un economista afronta una crisis como un problema de control óptimo, probablemente tendrá que pedir ayuda a un físico.

Y sin embargo, a pesar de esta complejidad, los esfuerzos para atrapar el disco volador de la crisis no han dejado de multiplicarse. Podemos constatar empíricamente que hay un número cada vez mayor de reguladores, algunos con un doctorado en física. Pero el crecimiento de la familia no ha mejorado la destreza de los perros guardianes. Ningún regulador predijo la crisis financiera, aunque algunos han mostrado después poderes de interpretación sobrenaturales.

Entonces, ¿cuál es el secreto del fracaso de los perros guardianes? La respuesta es simple. O, mejor dicho, es la complicación. Vamos a examinar por qué la compleja regulación desarrollada estos últimos años podría ser no solo cara y engorrosa, sino también subóptima para el control de la crisis . . .

Herbert Simon, el padre de la teoría sobre toma de decisiones en situaciones de incertidumbre, creía que el comportamiento humano seguía reglas simples. Más aun: precisamente porque los humanos operan en un entorno complejo, buscan reglas de comportamiento simples . . . Esta sencillez caracteriza el concepto de heurística de Simon . . .

Parte del atractivo de este enfoque es que se ajusta a los hechos. En muchos entornos del mundo real, la heurística es la regla, no la excepción. No se limita a los perros atrapando discos . . . Se ha descubierto que en muchos casos los humanos también tomamos así nuestras decisiones . . .

Einstein dijo que “los problemas que existen en el mundo de hoy no pueden ser resueltos por el nivel de pensamiento que los creó”. Sin embargo, la respuesta regulatoria a la crisis se ha basado principalmente en el nivel de pensamiento que la creó. La Torre de Basilea, cual nueva Torre de Babel, sigue creciendo.

Andrew G. Haldane y Vasileios Madouros, “The dog and the frisbee [PDF]”, ponencia en The changing policy landscape, 366 simposio de política económica del Federal Reserve Bank of Kansas City ; Jackson Hole, Wyoming, 31 agosto 2012 (extr. y trad. La Litera información)

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