Valentín Fuster (77) Barcelona, Director General del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares de Madrid (CNIC), Director y Jefe Médico del Hospital Monte Sinai de New York y, Jefe de Cardiología en el mismo Centro, decía recientemente que si “tenemos una actitud positiva-responsable y pensamos que si no llevamos mascarilla podemos afectar al vecino, debemos vencer al famoso y letal COVID-19”.
Dando un repaso a estos meses (Marzo-Julio), puede que este famoso científico tenga razón, lo pasado nos debe servir para adquirir siempre la experiencia necesaria y no volver a incidir en los mismos errores.
¿Qué hemos hecho mal nosotros y no otros?. No aplicar la responsabilidad que todos tenemos, máxime cuando abogamos tanto en aquello de “que la salud es lo primero”, y en eso debemos incidir y actuar, dejando por un lado que si este o aquel hacen una cosa u otra.
Estamos viviendo una situación muy compleja, sin saber a ciencia cierta que es lo mejor para combatir esta “destructora” pandemia que tantas vidas humanas nos está costando, como de si de la “tercera guerra mundial” se tratara.
Nuestros políticos —como decía en mis colaboraciones anteriores— pueden hablar de sus cosas, nos pueden parecer bien o mal; la responsabilidad es nuestra sobre las actuaciones que mejor salvaguarden la salud de todos, nadie nos puede imponer que actuemos de una manera u otra para favorecer nuestro mejor control de la salud.
Recientemente la Comisión de Festejos de Binéfar —al igual que en otras poblaciones— ha tomado la drástica solución de suspender todos y cada uno de los actos programados para Fiestas Mayores de Septiembre, sabia y responsable decisión. Francis Charles —Concejal del Área— me comentaba: “me duele más que a nadie esta decisión, soy y deseo vivir siempre en Binéfar, pero más me dolería que en algún acto festivo hubiese algún grave problema de coronavirus, sería imperdonable”. Es verdad, alguien lo puede cuestionar. La suspensión de estos actos llevan implícito pérdidas para el comercio y la hostelería. Son unos días en todos los lugares de movimiento, alegría y convivencia extrema de sus gentes e invitados, dando lugar a un grado de contagios imprevisible.
Un punto y seguido sobre esta responsabilidad está en los conocidos “chamizos”. En la fase de “alarma” estuvimos confinados en nuestra casas, sin contacto con los seres más queridos, algunos incluso separads de sus hijos por encontrarse en lugares distintos. Ahora no nos acordamos de ello y tenemos que reunirnos con amigos, jóvenes y mayores para, como está pasando, contagiarnos. Con grave irresponsabilidad justificamos que nuestros hijos tengan esos lugares, que los precinten y en lugares cercanos los vuelvan a poner en marcha de nuevo. Las sanciones y muy fuertes las haría costear a sus padres, al igual que por no llevar mascarillas.
Estoy aludiendo a la responsabilidad, a nuestra responsabilidad y no a la de otros, debemos preservar nuestra salud y la de nuestros vecinos, con nuestra actitud. Debemos exigir a nuestras autoridades que hagan cumplir a la perfección las normas. Debemos exigir a los empresarios que las cumplan, debemos exigirnos a nosotros lo mismo y, seguro venceremos a la COVID19, o al menos, ganaremos el tiempo imprescindible para el descubrimiento de la tan ansiada vacuna o medicación.
Nuestra Área de Salud está controlada y los casos de contagio inapreciables, continuemos así, por el bien de todos.
Cuidaros, mucha higiene y llevar la “mascarilla”.
Un abrazo amigos,