Ni se trata de una guerra, ni libramos una batalla. Afrontamos una crisis sanitaria. Necesitamos médicos y personal sanitario, equipos y hospitales, pedagogía masiva de protección y seguridad, asignar racionalmente recursos escasos, políticas de intervención pública masivas y reglas claras de funcionamiento social. Antes que destruir, necesitamos construir.
A lo mejor, los gobiernos deberían empezar a considerar la conveniencia de armar un relato más complejo. El ardor guerrero malgasta demasiada energía escasa, ha probado ser fácilmente manipulable –no tienen más que asomarse a las redes– y no parece viable mantener un confinamiento de semanas apelando únicamente a los sentimientos más primarios. Puede que no fuera mala idea empezar a apelar a la racionalidad de los ciudadanos.
Antón Losada: «La redistribución del sacrificio», en eldiario.es ; Madrid : Diario de Prensa Digital, 22 marzo 2020 (extr. La Litera información)