Homenaje a Galán y García
El Ateneo Republicano de Binéfar y Comarca, en un acto de recuperar la memoria histórica, con este escrito quiere hacer un homenaje a los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández hicieron en Jaca un pronunciamiento militar contra la Monarquía de Alfonso XIII, qué a pesar de ser sofocada de inmediato, fue el detonante de la proclamación de la Segunda República Española, que tras la abdicación del monarca se consiguió cuatro meses después.
A las ocho de la mañana toda la ciudad ya está en manos de los sublevados y soldados y paisanos comienzan a marchar por sus calles dando “vivas a la República” y “mueras al rey”. A las once proclaman la República en el Ayuntamiento, «en nombre del Gobierno Provisional Revolucionario», e izan la bandera republicana en el balcón, mientras en su interior quedan detenidos el general gobernador de la plaza y los jefes y oficiales que no se habían sumado a la sublevación.7 9 Galán publica un bando que manda fijar en las calles de Jaca y que dice:
Como Delegado del Comité Revolucionario Nacional, a todos los habitantes de esta Ciudad y Demarcación hago saber:
Artículo único: Aquel que se oponga de palabra o por escrito, que conspire o haga armas contra la República naciente será fusilado sin formación de causa.
Dado en Jaca a 12 de Diciembre de 1930.
Fermín Galán.
Con la finalidad prioritaria de garantizar el orden público, se formó una Junta Provisional Republicana, presidida por Pío Díaz Pradas,10 que en 1931 sería designado “alcalde honorario de todos los ayuntamientos de España”. En Jaca ondeó por primera vez en España la bandera tricolor (rojo, amarillo y morado) que había confeccionado el sastre local Lucas Biscós para la ocasión.
Una vez controlada Jaca, los sublevados organizaron dos columnas, una por ferrocarril y otra en camiones, para dirigirse a Huesca. La columna de camiones salió de Jaca a las dos de la tarde del 12 de diciembre e iba encabezada por el capitán Galán al mando de unos 800 soldados. Pero pronto se encontraron por el camino con la fuerte resistencia de las tropas leales al gobierno procedentes de Huesca.11 La columna que utilizó el ferrocarril para marchar hacia a Huesca iba mandada por el capitán Sediles.
Sobre las 23 horas, la columna de Galán alcanzaba la localidad de Ayerbe, donde tomaron posiciones de defensa, proclamaron la República y fueron invitados a una frugal cena, compuesta de pan y embutido, en el Centro Obrero Republicano, mientras esperaban la llegada de la columna de Sediles que venía a pie desde Riglos.
De madrugada, abandonaron Ayerbe y se dirigieron hacia Huesca, pero en los alrededores del santuario de Cillas, a unos 3 km de Huesca, se produjo el encuentro con el grueso de las tropas del Gobierno. Tras un infructuoso intento, por parte de los capitanes García Hernández y Salinas, de atraerse a los oficiales de las tropas gubernamentales, se produjo un tiroteo y ambos capitanes fueron detenidos.
Por fin los oficiales de Galán decidieron emprender, también, la huida, en tanto que Galán se negó a escapar.
junto con otros dos oficiales que habían decidido acompañarle, al pueblo cercano de Biscarrués, donde se entregó al secretario en ausencia del alcalde y le solicitó que avisara a la Guardia Civil para que acudiera a detenerlo.
Galán, en compañía de los otros dos oficiales, fue conducido al Gobierno Militar de Huesca, donde pocas horas después, en la madrugada del trece al catorce de diciembre, fueron juzgados por un Consejo de guerra sumarísimo. El Consejo apenas duró 40 minutos.
El 14 de diciembre, dicho Consejo condenó a morir fusilados a los capitanes Galán y García.
Las ejecuciones de los capitanes Galán y García Hernández causan gran conmoción en todo el país, despertando un sentimiento antimonárquico que se extiende como la pólvora por toda la geografía. Los ejecutados se convierten, así, en los mártires de la causa republicana, lo que precipitará el curso de los acontecimientos con la llegada, cuatro meses después, de la Segunda República.
En marzo serían juzgados y condenados un número significativo de militares por los hechos.
Poco después, tras las elecciones municipales del 12 de abril, la monarquía abdica y se exilia, y se proclama la II República el 14 de abril de 1931 y se les reconocerá a Galán y García, como «mártires» por la República.
Viva la República!!!