Texto e imagen: Raquel Blanch
Tamarite de Litera, 12 de noviembre de 2013.- La Biblioteca Pública de Tamarite se convirtió durante la noche de ayer en un escenario de carcajadas. Desde el comienzo Vicent Cortés fue al grano: “Literalmente, soy un vividor del cuento”, y sus más de 30 años como contador de historias lo avalan. Entre castellano y su particular valenciano realizó todo un recital de romances, poesía, refranes y anécdotas. Eso sí, narrados con su particular toque erótico y picante.
Y del cuento… al canto. Vicent acompañado de su guitarra entonó cantinelas y trabalenguas. Sonidos pegadizos y letras ingeniosas que conducían a una moraleja. También tuvo cabida el baile, y sin vergüenza alguna se atrevió a relatar uno de sus cuentos a ritmo de hip-hop.
En una de las pausas, le pregunté por su oficio de cuentacuentos y me gustó su comparación: “un cuento es como una pieza de jazz. Tienes la base, pero te permite improvisar e interpretar”. El contador de historias es una de las profesiones más ancestrales, pues las tribus más primitivas ya contaban con esta figura capaz de contar y transmitir los valores y costumbres de todo un pueblo. La tradición oral ha permitido que las leyendas pervivan y pasen de generación en generación hasta nuestros días.
No es fácil ser un buen narrador y para ello hay que escuchar muchas historias, y así lo hizo Vicent, “mi abuela me contaba infinitos cuentos y yo ahora revitalizo esas historias del pasado”. Además, ha escrito cuatro libros titulados “El Tío Paragüero”, una serie de historietas basadas en un personaje imaginario que marcó su niñez y que están enfocadas a la gente más mayor.
Vicent es, sin duda, un maestro de la palabrería y sus historias no dejaron indiferente al público asistente, que respondió con aplausos entre cuento y cuento.