«La sombra de la ira», segunda novela del escritor binefarense Enrique Beltrán

Silvia Isabal y Paco Aznar fueron los encargados de presentar la segunda novela de este escritor binefarense

Silvia Isabal y Paco Aznar fueron los encargados de presentar la segunda novela de este escritor binefarense

Esta es la segunda novela de este autor autodidacta, sin apariencia de escritor, como lo definió Jaume García Castro en un artículo en este mismo medio en enero de 2014 a raiz de la presentación de su primera novela » El resplandor de la joya».

El autor que es un apasionado de la historia del Imperio Romano, ha elegido las colonias romanas para desarrollar las tramas. En «El resplandor de la joya» fue Cesaraugusta y en esta ocasión el personaje protagonista resuelve crímenes en la Tarraco del 113 dC. Flavio Cino ayudante del Legado jurídico de Cesaraugusta decide abandonar su acomodada existencia en busca de nuevas experiencias en esta ciudad costera, capital de la Hispania Citerior, periplo que cambiara completamente su vida. La novela está plagada de personajes alrededor del protagonista principal, personajes que aparecen y desaparecen a lo largo de la trama con unos nombres igual de curiosos que difíciles de recordar, que obligan a recurrir constantemente a la guia que aparece en las primeras páginas de la novela.

Enrique Beltrán, admirador de Agata Chistie y de Vazquez Montalbán ha tardado casi seis años en escribir este thiller policiaco. Enrique que trabaja de vigilante en el pantano de Santa Ana, utiliza todo su tiempo libre y muchas horas nocturnas para investigar y documentarse sobre la época y sus personajes, mayormente a traves de internet. » La sombra de la ira», con una atractiva portada, es, como la anterior, una novela autoeditada. En una primera edición se han publicado 100 ejemplares y según evolucionen las ventas habrá nuevas ediciones.

Seguro que muchos, entre los que me incluyo, han pensado alguna vez en escribir una novela. Han tenido la idea, han tomado notas e incluso han escrito las primeras líneas pero la mayoría de ellos han desistido debido al sacrificio y la tenacidad que requiere el oficio de escribir. Desde aquí mi absoluta admiración por Enrique que ha sido capaz de escribir no una, sino dos. La primera haciendo de la necesidad virtud en tiempos personales adversos y la segunda con la seguridad de estar preparado para seguir deleitando a un público que no siendo más que ávidos lectores nos sentimos afortunados de considerale escritor con mayusculas. Esperamos la tercera Enrique.

Las dos novelas las encontrareis en la Biblioteca Municipal de Binéfar y podeis compralas en las librerías de Binéfar.

  

Binéfar, 27 de enero de 2014.- Oí hablar por primera vez de Enrique Beltrán el pasado día 6 de enero, durante la celebración de San Quílez en Binéfar, cerca de la hoguera tradicional hablando con tres personas muy conocidas, no ya de los binefarenses sino de casi toda la comarca. Por respeto a la conversación privada no voy a citar quienes eran los contertulios, pero una de estas personas me comentó que había un vecino de Binéfar que había escrito una novela, se la había autoeditado y que había adquirido uno de esos ejemplares. Me comentaba el hecho porque dos de los miembros de su familia se habían leído ya la novela y estaban agradablemente sorprendidos por la calidad de la historia y porque atrapaba al lector desde la primera página hasta la última y “si lo ves por la calle nadie diría que es un escritor” añadía. De hecho nadie lo había relacionado jamás con el acto de leer mucho o escribir textos para publicar en revistas o diarios, mucho menos en editoriales de ningún tipo. Quiso la coincidencia que en aquellos momentos Enrique Beltrán pasara por nuestro lado y me señalaron quién era. Efectivamente, no parecía un escritor, si es que los escritores llegan a parecer escritores en alguna ocasión. De hecho, físicamente está más cerca de Vicente Del Bosque que de Arturo Pérez-Reverte, para entendernos.

Ayer pasé buena parte de la tarde en la Biblioteca de Binéfar. En uno de los ratos que estuve en la planta baja, la bibliotecaria, Carmina Estupiñá, me comentó de repente: “¿Sabes que hay un lector que viene todas las tardes que acaba de autoeditar una novela?”. Inmediatamente recordé la conversación de la Fiesta de San Quílez y le pregunté a Carmina si se parecía a Vicente Del Bosque. Carmina hizo ver que no escuchó mi pregunta y siguió a lo suyo: “Hay unos cuantos lectores habituales que se la han leído y que les ha gustado mucho”. El resto de la historia fue sencillo, solo tuve que esperar a que llegara a la biblioteca Enrique Beltrán y no tardó más de 15 minutos en atravesar la puerta de entrada.

La historia de Enrique es la de muchas personas en España. Ahora tiene 49 años y hace 5 que se quedó en el paro. Sigue sin encontrar trabajo, pero el tiempo que le queda libre lo ha aprovechado para escribir una novela titulada El resplandor de la joya, publicada por la Editorial Círculo Rojo. Enrique ha pagado de su bolsillo la publicación de 100 ejemplares. Si los vende todos encargará que impriman más.

Jaume Garcia: ¿Cuánto tiempo hace que le rondaba por la cabeza la idea de escribir una novela?

Enrique Beltrán: Pues sí, hace ya un largo tiempo, mucho tiempo, lo que pasa es que empecé hace tres años y medio, cuando me despacharon de la empresa en la que trabajaba. Como no encontraba trabajo, empecé a darle vueltas y poco a poco he acabado este libro.

Jaume: Es una novela negra ambientada en la época del Imperio Romano.

Enrique: En Cesaraugusta, la Zaragoza romana.

Jaume: ¿Cómo surgió la idea principal de la novela?

Enrique: A mí me gustan bastante las novelas ambientadas en esa época, pero me di cuenta de que están casi todas ambientadas en Roma, ambientadas en las provincias del Imperio no hay nada, prácticamente. Y claro, nosotros aquí en Hispania pues éramos las provincias del Imperio y decidí ambientarlo en Cesaraugusta que era una de las primeras colonias de Hispania.

Jaume: Algunas personas que han leído el libro comentan que no puedes dejar de leerlo hasta el final…

Enrique: (Se ríe tímidamente) Eso dicen… (Y se vuelve a reir).

Jaume: Supongo que ha de ser difícil plantearse una novela, y más que tenga que mantener en vilo al lector hasta el mismo final.

Enrique: Pues es cuestión de darle vueltas a la historia. A veces un personaje te lleva en una dirección y otro te lleva en sentido contrario… tienes que darle muchas vueltas.

Jaume: Es que los que no han escrito nunca una historia no lo saben, pero hay personajes que te piden más.

Enrique: Sí, de eso ya me he dado cuenta. A veces he oído hablar a algún escritor famoso sobre esto y ahora me he dado cuenta de que sí que es verdad, sí. A veces quieres llevar a un personaje por un sitio y te das cuenta de que él no quiere ir… (se vuelve a reír) pero necesitas hacerlo para darle un poco de sentido a la historia y darle un poco de cohesión.

Jaume: Escribió la novela en tres años y medio, pero una vez acabada venía lo más difícil, que era encontrar una editorial que la publique. Aquí empieza otra historia, ¿no?

Enrique: ¡Y vaya historia! No me lo pensaba yo, pero… ¡Vaya historia! Empecé por ofrecer el libro a las editoriales más conocidas, sobre todo por las de aquí, en Aragón, pero nada. Todas me contestaban “ya lo miraremos”, “ya te diré”, hasta que me encontré con una a través de internet que está en Almería y que te daban bastantes facilidades para autoimprimir. Ahora si quieres publicar algo pronto y no tienes un nombre reconocible tienes que pasar por la autoedición, si no…

Jaume: El público en general no lo sabe, pero desde que se entrega el manuscrito de una novela al editor y éste aprueba la edición de la novela en las grandes editoriales que todos conocemos, hasta que se imprime el libro, se distribuye y hace la promoción, aquí en España suelen pasar un año y medio o dos años.

Enrique: A mí lo que más me motivó hacer mi propia edición era la posibilidad de hacer la promoción a través de Internet, de las plataformas digitales y la venta bajo demanda. Esto, quieras que no, abarca mucho ámbito. Aunque yo haya impreso pocos ejemplares físicos porque no sé si se van a vender o no, por lo menos te introduces en ese mundo que es mucho más global.

Jaume: Hay escritores que escriben solo para vender ediciones digitales de su obra, se les llama Generación Kindle, y hay otros que imprimen bajo demanda. Usted es de los segundos, por lo que veo.

Enrique: Yo soy de las dos cosas, jejeje. Tal como están los tiempos ahora no te puedes quedar solo con la venta de los libros que puedas vender solo en el pueblo o en la provincia, tienes que intentar salir al mundo entero, si no no hay mucha perspectiva…

Jaume: Este tipo de edición está ayudando a descubrir nuevos valores de la literatura, porque hasta ahora sólo triunfaba el que tenía un buen agente literario o muchísima suerte. En cambio, con las nuevas tecnologías esto se ha democratizado bastante.

Enrique: Bueno, a ver cómo va. De momento distribuyo yo mismo los ejemplares que he impreso. Quiero hacer una presentación aquí en Binéfar y, si puede ser, un poco más adelante hacer otra presentación en Zaragoza.

Jaume: ¿Hay más novelas dentro de esa cabeza?

Enrique: Si va bien, sí. Si va bien, la idea es hacer una tetralogía para ver la evolución del personaje.

Pues esperemos que vaya bien. Por el momento yo ya tengo mi ejemplar de El resplandor de la joya. Para adquirir el libro se lo pueden pedir directamente a Enrique Beltrán, preguntar en las librerías de Binéfar, en la página web de El Corte Inglés o a través de internet en este enlace:

http://www.editorialcirculorojo.es/publicaciones/c%C3%ADrculo-rojo-novela-vi/el-resplandor-de-la-joya/

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