Crónica
El pasado domingo, mientras los primeros rayos de sol incendiaban las nubes del amanecer, 16 montañeros del Club Litera partieron de Binéfar hacia el aparcamiento de La Tejería, en la Sierra de Guara.
Por cómoda senda, atravesamos un espeso pinar para alcanzar la “ruinosa” ermita románica de la Fabana, a los pies del Tozal de Guara, que aún conserva un amplio nevero en su cima. Pronto escuchamos el rumor de las aguas del rio Calcón y nos adentramos en las Gargantas, donde la corriente se apoderaba del camino y nos obligaba a hacer equilibrios sobre pequeñas piedras, para evitar que se mojasen nuestras botas. Abandonamos la compañía del rio, y comenzamos la ascensión hacia el Cuello Lizana, la senda ganaba altura con rapidez y empezaba a sobrar la ropa de abrigo, pero al alcanzar el collado un viento helador nos dio aviso de lo que nos esperaba. La senda se volvía más abrupta y en algunos momentos se perdía entre la maleza, pero era fácil recuperarla y rápidamente alcanzamos el cresterío, desde el que pudimos disfrutar de una vertiginosa panorámica sobre el embalse de Vadiello.
Atravesamos sin dificultad a pesar del fuerte viento la parte más estrecha de la cresta, y atacamos la cima de Fragineto buscando su ladera este para protegernos y poder recuperar fuerzas. Continuamos por el filo de la montaña en descenso hacia el pico Corcurezo, empujados por las fuertes ráfagas que casi nos hacían volar sobre los meandros del rio Guatizalema. Desde la cima de Corcurezo, comenzamos el descenso hacia el collado de Petreñales y tomamos la senda que nos conduciría a través de un tupido bosque nuevamente a la Tejeria.