Un sorprendente descubrimiento ha obligado la paralización de las obras en su fase final
El Gobierno de Aragón ha procedido a la paralización de las obras de cubrimiento del socavón de la carretera A-1240 entre Alcampell y Tamarite debido al descubrimiento de un nido de lagartijas de una especie que se creía extinguida. Hace unos días, especialistas en reptiles de la Universidad de Zaragoza corroboraron que en el desagüe del Barranco del Sosa anidan varios ejemplares de la especie Psammodromus hispanicus tamaritense.
La comúnmente conocida como Lagartija Ñick, especie autóctona de la Sierra de les Gesses, se consideraba extinguida en la Litera Alta desde principios de los años 90 del siglo XX, cuando se observó un último ejemplar bajo una piedra en la partida de Font Blanca. Hace unas semanas, unos jubilados que seguían las obras de acondicionamiento de la carretera avistaron varios ejemplares de estos reptiles que se alimentaban en una charca de agua en el fondo del socavón. Les llamó la atención el intenso color rojo de la cola y por ello contactaron con responsables del CELLIT que, sorprendidos por el hallazgo, capturaron varios ejemplares y los trasladaron a un terrario de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza para su estudio y clasificación.
Los resultados preliminares de la investigación parecen apuntar que se trata de una mutación de la Ñick, que podría haber sido provocada por el exceso de nitratos en el subsuelo de la zona provenientes de las numerosas de granjas de porcino. Si se confirma el hallazgo, el socavón será calificado como Zona Protegida de Especial Interés Ecológico (ZPEIE) y se acondicionará para que pueda ser estudiado por especialistas, así como habilitado para visitas turísticas. Fuentes del Ayuntamiento de Tamarite han confirmado a este medio que, si se trata de una nueva especie, está previsto celebrar un referéndum popular para que la población pueda bautizar a la nueva lagartija.