La concentración convocada por la Plataforma Cívica de Binéfar al que se ha sumado el Colectivo por la Igualdad de La Litera han asistido numerosos jóvenes
Binéfar se ha sumado a las numerosas manifestaciones que han tenido lugar hoy en toda España convocadas por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, para mostrar su indignación con el actual gobierno presidido por Mariano Rajoy, que aprobó la reforma de las pensiones sin apoyos en 2013, y exigir unas rentas dignas, su revalorización conforme al IPC y la defensa del sistema público de pensiones.
El acto ha comenzado con la lectura del artículo de La Vanguardia Manifestación por las pensiones: ¿De qué se quejan los jubilados? http://www.lavanguardia.com/economia/20180317/441560098285/manifestacion-por-las-pensiones-de-que-se-quejan-los-jubilados.html en boca de Mariano Sanjuán, seguidamente Pilar Amorós como portavoz del Colectivo por la Igualdad de La Litera que ha leído el siguiente manifiesto:
«Más de 5.000.000 de pensionistas no cobran ni 800 euros, las pensiones han perdido 432 euros de poder adquisitivo. Por poner un ejemplo, la factura de la luz ha subido un 10% y las pensiones un 0,25 %.
Más de 2.000.000 de mujeres viven con una pensión contributiva de menos de 650 euros. Hay una brecha de género del 34% en las pensiones contributivas entre hombres y mujeres; ¿Acaso hemos trabajado menos nosotras que los hombres?.
El 71% de los pensionistas que cobran entre 600 y 650 euros son mujeres. Pero es que, en las pensiones no contributivas 8 de cada 10 pensionistas son mujeres y esa pensión oscila entre 92 y 370 euros al mes cuando el umbral de la pobreza en España està fijado en 573 euros. ¿Se puede vivir dignamente con esa pension?
Las mujeres exigimos también las pensiones que nos hemos ganado. ¡No más pensiones de miseria, que nos obligan a sufrir pobreza en la vejez!
Pedimos la cotitularidad de las pensiones, lo que significa que, para paliar toda una vida dedicada a los cuidados y a trabajar gratis en negocios familiares (como granjas, huertos….) en detrimento de un trabajo asalariado y por lo tanto merecedor de una pensión de jubilación, las pensiones, en este caso ya no sean contributivas por persona, sino por matrimonio o pareja de hecho.
También pedimos que el tiempo dedicado a tareas de cuidado, o que hemos desarrollado en el campo, sea reconocido en el cálculo de las pensiones al igual que el trabajo laboral y luchamos por la ratificación del convenio 189 de la OIT que regula el trabajo doméstico, donde el porcentaje de personas que lo desarrollan es abrumadoramente de mujeres y en muchos casos la falta de regulación lo convierte en algo muy parecido a la esclavitud.»
Posteriormente y en nombre de la Plataforma Cívica ha intervenido Juanjo Mallén leyendo lo siguiente:
La Plataforma Cívica de Binéfar ha convocado esta concentración para que nuestro pueblo se una a la respuesta que desde todo el estado español se está dando en las calles con respecto a un tema candente que nos afecta a los pensionistas en particular, pero a toda la ciudadanía en general. Hace ya varios meses que los Colectivos de pensionistas de todo el Estado decidieron constituir una Coordinadora Estatal en Defensa del Sistema Público de Pensiones y desde ésta se llamó a tomar las calles como medida de presión para dar un altavoz a sus reivindicaciones.
Desde el miércoles pasado, ya conocemos cuál es, a su vez, la respuesta del gobierno a una de las movilizaciones más grandes que ha habido en nuestro territorio: no hay marcha atrás en las últimas reformas de las pensiones, ni la de 2011 (pactada por el Gobierno de Zapatero con los agentes sociales) ni la 2013, que aprobó unilateralmente el Ejecutivo del PP, rompiendo el consenso del Pacto de Toledo, al que ahora dice querer volver aprobando unilateralmente su reforma. Y eso, en la práctica, echa por tierra una de las demandas más claras: que la subida anual de las pensiones vuelva a ligarse al IPC y no a la fórmula que en los últimos años arroja un aumento del 0,25%.
La llamada “hucha de las pensiones” está prácticamente vacía: desde máximos de cierre de 2011 en 66.815 millones, el Fondo de Reserva ha caído a los 8.095 millones en diciembre de 2017, casi un 90% y el Gobierno ha debido endeudarse para hacer frente a los pagos y no vaciar del todo la ‘hucha’
La situación que atraviesan millones de pensionistas es crítica, sus condiciones de vida y las pensiones de miseria que reciben más de 6 millones de personas les llevan a una subsistencia incompatible con la vida: 7.000 personas fallecen al año víctimas de la pobreza energética, la mayoría de ellos pensionistas, maltratados sus últimos días por políticas de gobiernos insensibles que solo favorecen los beneficios de las grandes compañías privadas, como las eléctricas, que han subido el precio de la luz el 55% en los últimos 4 años con precios de consumo que son aprobados con el visto bueno de los Consejos de Administración nutridos de políticos de puertas giratorias.
Con el pretexto de la crisis nos congelaron las pensiones, se aprobó la reforma de la ley y, con posteriores medidas, aún más regresivas, se ha venido imponiendo el repago en los servicios sanitarios y farmacéuticos, además de introducir, de manera constante y sostenida, todo tipo de tasas en la prestación de los servicios sociales. El retroceso en la aplicación de la Ley de Dependencia es un hecho. Hoy en día hay 36.000 beneficiarios menos que en julio de 2012 y se trata de ocultar que existe un proyecto de desmantelamiento encubierto de la Ley, porque hay intereses económicos muy importantes, fundamentalmente de las aseguradoras, que quieren
un sistema dual, de forma que a los que tienen dinero se le atenderá y a los que no les atenderá la beneficencia. El deterioro de los Servicios Públicos -y de manera especial de la atención sanitaria, tan vital para las personas mayores- nos aboca a este colectivo, cada vez más numeroso, a una situación de marginación, mientras la introducción del capital privado seintensifica y crecen sus beneficios en la misma medida que aumentan los repagos por los servicios públicos.
Se nos está haciendo retroceder a condiciones de trabajo y precariedad propias del siglo XIX. Es inadmisible y discriminatorio que traten de presentar como insostenible el Sistema Público de Pensiones por falta de recursos, cuando los sucesivos gobiernos han dispuesto de cantidades ingentes para el rescate de los bancos, del sistema financiero, de las grandes inmobiliarias, de las gestoras de autopistas, se han subido los sueldos de los políticos, se ha aumentado la subvención a la iglesia católica, ha aumentado el gasto militar impuesto por la OTAN para financiar las propias guerras que ellos crean y donde mueren masacrada la población civil.
Estamos indignados y hartos
Y creemos que nuestra obligación es:
1-. Pedir a las ciudadanas/os de todas las condiciones y clases sociales, que salgan a la calle y que se movilicen permanentemente en defensa de todos los derechos y libertades que nos están arrebatando. Todos somos, o seremos pensionistas algún día, y necesitamos derechos y libertad.
2-. Luchar y exigir una pensión mínima de 1.080 euros, que es lo fijado por la Carta Social Europea, como necesario para tener una vida digna.
3-. Luchar y movilizarnos, para conseguir que todas las reformas aprobadas por los gobiernos del PSOE y del PP, sean totalmente derogadas, y sitúen de nuevo la edad máxima de jubilación en los 65 años.
4-. Recuperación de todo el poder adquisitivo perdido por los/as pensionistas como consecuencia de esas reformas y congelaciones.
5-. Pago de las pensiones garantizado en la Constitución, de obligado cumplimiento por los PGE, manteniendo las cotizaciones sociales y empresariales, pero sacando las pensiones de las luchas políticas, y de las influencias de reformas legislativas, sean estas Reformas Laborales o de ámbito económico. Cumplimiento inmediato de la Ley de dependencia.
6-. Revalorización automática de las pensiones, de acuerdo con el IPC real, sacando las pensiones del mercadeo político al que están sometidas.
7-. Luchar y movilizarnos, para que de una vez por todas se aborde en España un profundo debate de toda la sociedad, para que se lleve a cabo una verdadera reforma fiscal, que revierta la actual situación de injusticia contra las rentas del trabajo; que fije impuestos a la productividad; el reparto equitativo del PIB; en definitiva, un debate que sitúe a la persona como generadora del derecho inalienable a una vida digna, independientemente del trabajo realizado.
El acto reivindicativo ha terminado con la invitación por parte de la Plataforma Cívica a nuevas manifestaciones en defensa de derechos y libertades.