Ocho literanas de diferentes edades y situación laboral nos explican que piensan y como vivirán mañana la Huelga Internacional de Mujeres
OCHO MUJERES
Son amas de casa, enfermeras, limpiadoras, políticas, abogadas, administrativas y empresarias. Una pequeña pero representativa muestra de la realidad social de las mujeres literanas.
Glòria Molí Escuder de Alcampell es licenciada en Derecho, especializada en Derecho Ambiental, abogada en ejercicio desde el año 2005. Vive en pareja y tiene dos hijas pequeñas.
Susana Ramón Purroy de Altorricón, es licenciada en derecho y trabaja como administrativa en una empresa ganadera. Está casada y tiene un hijo.
Nuria Larrull Montanuy de Binéfar es ama de casa jubiliada y tesorea de la ACR Binéfar 77
Montse Peirau Escuer de Alcampell es enfermera de Atención Primaria desde hace veintiocho años. Divorciada sin hijos.
Araceli Hinojosa Ávila es auxiliar de limpieza en a Residencia de Mayores de Binéfar desde hace catorce años. Divorciada con dos hijos.
Nuria Falceto Uriol de Peralta de Alcofea y vecina de Binéfar es perito comercial con estudios de Ciencias Empresariales y dirige su propio negocio de venta al por menor de electrodomésticos y artículos del hogar.
Mª Angeles Roca LLop es actualmente Vicepresidenta de la Comarca de La Litera y alcaldesa de Albelda desde 2007. Separada con una hija.
Cristina Romero Sánchez de Azanuy es nutricionista y cocinera y dirige una empresa de servicio personalizado de dietas y menús a domicilio
OCHO PREGUNTAS
–¿ Conoces que hechos llevaron a conmemorar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer?
Glòria. Bien, aunque son distintos los acontecimientos que tuvieron lugar a principios del siglo XX como reivindicación para conseguir el sufragio femenino universal (derecho a voto), a ocupar cargos públicos, al acceso a la formación profesional, esto es, el acceso a los estudios superiores (Universidades) y a la no discriminación laboral, lo cierto es que se fijó el día 8 de marzo, porque en 1917, como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga para exigir pan y paz. Cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano, que se usó en Rusia por esos años. Sin embargo, para el calendario gregoriano que ya se utilizaba en mayor parte de occidente, fue un 8 de marzo. Fecha que finalmente fue fijada por la ONU como Día Internacional de la Mujer.
Susana. Sí, la muerte de 140 trabajadoras en una fábrica textil en Nueva York en 1911 por un incendio cuando estaban encerradas reivindicando sus condiciones de trabajo.
Nuria L. Un grupo de mujeres de textil en 1908 tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las condiciones en que trabajaban, en estas reivindicaciones murieron 146 mujeres trabajadoras.
Montse. Creo que fue a raiz de un incendio en una fábrica téxtil en Nueva York , en el que murieron más de cien mujeres, trabajando clasi clandestinamente y en unas condiciones infrahumanas no pudieron salir porque estaban encerradas. Desde entonces se reclaman mejoras en las condiciones laborales, se reivindican los derechos al voto, a asistir a la universidad y la lucha por la no discriminación en el trabajo.
Araceli. Sé que tiene origen en las revoluciones de las mujeres trabajadoras, las cuales se manifestaban por sus precarias situaciones laborales y luchaban por la igualdad. También sé que empezó siendo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y posteriormente en el Día Internacional de la Mujer.
Nuria F. Sí. Sé que en 1857, hubo en New York, un grupo de mujeres del sector textil, que protestaron por las condiciones en las que trabajaban. Durante el período que duró la huelga, perecieron un centenar de mujeres en el incendio de una fábrica. Posteriormente, en un Congreso de la Mujer Trabajadora en Dinamarca, en 1910, se declaró el día 8/3, como día de la mujer trabajadora, que más tarde, ha quedado como día internacional de la mujer.
Mª Ángeles. Dice la historia que fue en conmemoración de la muerte de muchas mujeres en una fábrica, por un incendio que estaban cerradas haciendo huelga para defender sus derechos.
Cristina. Fue un 8 de marzo cuando un grupo de trabajadoras en Nueva York decidieron manifestarse en protesta a las condiciones en las cuales trabajaban en una fábrica textil. A partir de esa fecha se sucedieron diferentes movimientos, hasta que un 5 de marzo de 1908 murieron más de 100 mujeres que reclamaban la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga.
–¿Sabías que este año 2018 el 8 de marzo hay convocada una Huelga Internacional de Mujeres?
Glòria. Sí. Esta huelga inédita, puesto que es a nivel internacional, tiene como objetivo transmitir el mensaje de “si ellas paran, se para el mundo”.
Susana. Sí, más de 150 paises han convocado la huelga y movilizaciones por una sociedad más justa e igualitaria.
Nuria L. Si y estoy muy contenta por reconocer el esfuerzo de aquellas y las mujeres de hoy.
Montse. No lo sabía
Araceli. Si
Nuria F. Sí. Tengo constancia de ello.
Mª Ángeles. Por supuesto.
Cristina. Si
–¿Como lo has conocido? ¿Crees que se ha informado lo suficiente?
Glòria. La verdad es que es un acontecimiento del que hace ya tiempo se habla en todos los medios, y como no, en las redes sociales. Por lo tanto, si uno está un poco al día creo que sí tiene conocimiento de ello.
Susana. Lo he conocido a través de internet y por haberlo oído en algún programa de televisión. Se ha convocado como una huelga feminista cuando creo que no ha de ser una huelga exclusiva de mujeres porque para conseguir la igualdad es necesario la implicación de los hombres. La igualdad ha de ser una causa común que implique a ambos sexos.
Nuria L. R-: Me considero una mujer informada y lo hago por todos los medios posibles y en este caso concreto, la información me ha llegado por todos ellos. A faltado información, a sectores muy importantes no les interesa.
Montse. Me he informado a través de internet y de las redes sociales. Creo que ha faltado más información
Araceli. He recibido información a nivel global, tanto internet, televisión, redes sociales, prensa, etc. Se ha difundido mucha información, pero nunca es suficiente.
Nuria F. La noticia me llegó a través de la televisión. Creo que luego, en prensa, digital y de papel, en las redes sociales, me ha llegado de forma adecuada. Considero que se ha informado ampliamente y la cobertura ha sido importante.
Mª Ángeles. Por varias vías, también institucionalmente.
Cristina. A través de varios colectivos feministas que llevan trabajando en ello todo el año. Si, creo que la información está llegando a todos los rincones. Y a través de los medios oficiales, a lo largo de este mes, se le está dando bastante visibilidad
–¿Estás de acuerdo con los objetivos de la misma?
Glòria. Sí, el derecho a huelga al fin y al cabo es un acto de protesta y a la vez, reivindicativo. Y si el objetivo es hacer ver al mundo, por lo tanto, a nosotros mism@s, que las mujeres son un pilar básico a nivel social, económico, cultural, familiar, laboral, etc. y que como tales debemos ser tratadas con igualdad y respeto, bienvenido sea. En lo que no debemos caer, opino yo, es en que nuestra reivindicación sirva para depreciar al hombre.
Susana. Es una realidad que las mujeres lo tienen más complicado tanto a nivel laboral como social que los hombres. Cuesta mucho romper los techos de cristal y muchas mujeres se enfrentan a grandes obstáculos y dificultades en su día a día. Estoy de acuerdo en que la igualdad entre hombres y mujeres es necesaria y en que a las personas se las debe valorar por su condición de persona, no por su sexo y creo que para conseguir esa merecida igualdad , hombres y mujeres debemos caminar juntos
Nuria L. Sinceramente sí.
Montse. Estoy de acuerdo con luchar contra los problemas a los que nos enfrentamos las mujeres: brecha salarial, explotación laboral, acoso sexual…. Todo lo que sea mejorar y poderlo cambiar es un planteamiento muy positivo.
Araceli. Si
Nuria F. Respeto todos los puntos de vista, pero no estoy de acuerdo con ésta, ni con ninguna otra huelga.
Mª Ángeles. Si claro, ojala fuera suficiente una huelga.
Cristina. Si, por supuesto, completamente
–¿Te sientes discriminada respecto a los hombres en tu trabajo?
Glòria. Sí. Yo ejerzo la abogacía como autónoma, y he de confesar que en algunas ocasiones me he sentido discriminada por el hecho de ser mujer, o mejor dicho, madre. Así pues, he tenido que luchar mucho para que se me respetara mi baja de maternidad de 4 meses y me suspendieran todos los juicios mientras durara la baja, aunque en casa he tenido que seguir trabajando en el ordenador para cumplir con los plazos procesales, haciendo demandas, etc. En definitiva, he sentido tristeza cuando he visto que en mi profesión es donde menos se han respetado y protegido los derechos.
Susana. No puedo contestarte a esta pregunta porque en la oficina donde trabajo somos tres mujeres.
Nuria L. No, soy ama de casa y muchos de ellos no se pueden equiparar conmigo.
Montse. No, trabajo en equipo y hay mucho respeto.
Araceli. En mi actual trabajo somos el 90% mujeres y no existe discriminación. Aun así, en anteriores trabajos si que me sentí discriminada ya que ejerciendo las mismas funciones mis compañeros hombres cobraban más.
Nuria F. Soy hija primogénita de una familia de dos hijas de agricultores. En un pueblo de apenas 300 habitantes. En una época, en la que se empezaba la transición de secano a regadío, fuimos de las pocas mujeres, por no decir las únicas, que llevábamos el tractor de un campo a otro, con total naturalidad, hace 39 años de ésto, pero no olvido las caras de sorpresa de algunos hombres, al cruzarse con nosotras en el monte. Al principio, cuesta, luego todo se asimila. Nunca me he sentido discriminada, porque en mi casa no lo han hecho. Hemos ido todos a una, como en Fuenteovejuna. No había mujeres ni hombres, sino personas.
Mª Ángeles. No, la verdad es que en mi ámbito no.
Cristina. En la actualidad no, pues me he creado mi propio puesto de empleo, y el de otras cinco mujeres. Pero si, en el pasado, en la hostelería, siendo oficial de 1ª en cocina me he encontrado con compañeros, que con el mismo contrato, no eran capaces de fregar ninguna olla aunque la necesitasen, por poner un ejemplo.
–¿Vas a secundarla?
Glòria. No, no voy a secundarla porque precisamente tengo un juicio, y estoy casi segura, que si solicitara la suspensión por querer secundar la huelga, me sería denegado. Ahora bien, como acto de reivindicación voy a colgar el delantal en el balcón.
Susana. El día 8 iré a trabajar pero también asistiré a algún acto reivindicativo con motivo del día Internacional de la Mujer. La huelga da mayor visibilidad a las reivindicaciones, pero creo que el hecho de que las mujeres paremos y salgamos a la calle no soluciona por si solo el problema, se necesita mucho más, se necesita un firme compromiso para acabar con esta realidad, porque aunque el día 8 vayamos todos a la huelga , si el día 9 hay mujeres que siguen cobrando menos por desempeñar el mismo trabajo que los hombres, habremos hecho un paro de un día, pero esa realidad seguirá ahí y de lo que se trata es de trabajar duro para cambiar las cosas.
Nuria L. Sí por considerar una causa justa, necesaria e igualatoria.
Montse. No, estaré de servicios mínimos en mi puesto de trabajo.
Araceli. Aun no lo se por que en mi trabajo debemos garantizar servicios mínimos al ser una institución pública. Aun así, seguro que secundare la manifestación a los demás niveles: huelga de cuidados, consumo, etc.
Nuria F. No. Rotundamente no. Mi forma de hacer huelga, hoy, mañana y siempre, es a la japonesa: trabajando. Considero que se llama más la atención, intentando transformar tu pequeña porción de mundo diariamente, que haciendo estas macromanifestaciones, que a mi entender, no transforman grandes cosas. Pienso como el Dalai Lama: haciendo pequeñas cosas, a diario, podremos transformar nuestra pequeña porción de mundo… y haciéndolo, el mundo entero.
Mª Ángeles. En la medida de lo posible si me uniré a las diferentes manifesaciones convocadas. Por el derecho a la huelga en una causa tan justificada.
Cristina. Si, y espero que este 8 de Marzo sea solo el principio. Haremos servicios mínimos, en los que trabajaremos dos hombres y yo, las otras cinco mujeres harán huelga las 24 horas. Nuestra empresa se dedica a suministrar comida a colectividades, en este caso centros escolares y no podemos dejarles sin servicios. Una trabajadora está presencialmente en un centro y mañana será su compañero el que la sustituya.
–¿Crees que este tipo de acciones son útiles para conseguir la igualdad en lo laboral y social?
Glòria. Aunque creo que es más un acto de protesta y reivindicación y que sirve para hacer visible el problema, la igualdad con los hombres en el entorno laboral y social se consigue con la lucha diaria, o como yo digo “picando piedra”.
Susana. Creo en que lo realmente importante son las políticas encaminadas a la igualdad de géneros, en la necesidad de que quienes hacen las leyes tomen conciencia de la realidad y se legisle para conseguir esa ansiada plena igualdad y creo que las políticas educativas deben jugar un papel fundamental si queremos conseguir que los hombres y mujeres sean iguales a nivel social y laboral.
Nuria L Con el tiempo seguro que sí, ahora esperemos que sea un salto importante para conseguirlo. No deberíamos hablar de igualdad sino no hubiese desigualdad, por ser un mundo machista y no haberles interesado que nosotras formemos parte de la misma con los mismos derechos.
Montse. Sirven para llamar la atención y hacer reflexionar a toda la sociedad. Siempre es positivo para conseguir, aunque a sea a gritos, los cambios necesarios, pero en un día no se consigue gran cosa. Es una manera de ser escuhados por parte de los gobiernos y den más proección a las mujeres.
Araceli. Creo que este tipo de acciones sirve para tener una mayor visibilidad y intentar concienciar a la sociedad del papel de la mujer y de las desigualdades que se mantienen en nuestra sociedad. Pero creo que se debe luchar a mayor escala para conseguir una igualdad real.
Nuria F. La verdad es que nunca he pensado en ser igual que nadie. Ni hombre ni mujer. Y como no lo pienso, me da igual lo que los demás ganen o dejen de ganar. Yo, sólo miro lo que es justo para mí. Si me parece justo, lo es. Nada más. No creo que este tipo de acciones sirvan para cambiar nada. Las cosas se cambian paso a paso. No a zancadas.
Mª Ángeles. La verdad, creo que es insuficiente, necesitamos más implicación por parte de todos, en especial por parte del Gobierno de España.
Cristina. Si, ningún derecho social se ha conseguido sin lucharlo. Como mujeres creo que estamos obligadas a visibilizar las desigualdades que aún existen, basta ya de ser invisibles.
–¿Cual sería tu propuesta para conseguir una sociedad más igualitaria?
Glòria. Sin querer hacer una propuesta concreta, porque eso ya depende más de oportunidad política y económica, lo fundamental a mi modo de ver es que las mujeres mantengamos siempre ante todo, la dignidad, nuestra dignidad, no la que nos quieren imponer desde fuera con los dichosos cánones y estereotipos, y en segundo lugar, apostar siempre por una educación y formación igualitaria.
Susana. Es importantísimo hacer políticas encaminadas a un cambio verdadero de la sociedad en la que exista igualdad plena de derechos entre mujeres y hombres. Para ello en mi opinión hay 3 palabras claves: Educación y Concienciación y Compromiso. Creo que es importantísimo educar en igualdad, tomar conciencia de la realidad y apoyar las políticas necesarias encaminadas a conseguir esa igualdad y compromiso y llevarlas a buen puerto.
Nuria L. Que no solamente el salario marque la igualdad, sino la gestión, decisión y las directrices para hacer entre todos hombres y mujeres y mujeres y hombres un mundo más justo y racional, donde la desigualdad sea del calado que sea, no exista.
Montse . A pesar de vivir en el siglo veintiuno, la lucha por la igualdad sigue siendo un importante motivo de reivindicación. Propongo: igualdad salarial, es inconcebible diferente sueldo por un mismo trabajo, sueldo básico para evitar la brecha salarial, participación equitativa en política, cultura, empresa y hogar, incremento de recursos en la educación, clave fundamental en la transformación de la sociedad hacia la igualdad , prestación social y sanitaria, fuera las pagas vitalicias a los políticos, renta básica universal para las amas de casa, exigir a las empresas la igualdad en el trato y oportunidades en lo laboral, reparto en las tareas del hogar y finalmente erradicar el acoso y violencia de género.
Araceli. En mi opinión una sociedad más igualitaria necesita mejorar en muchos aspectos para conseguir una igualdad real y acabar con la discriminación por razón de género: erradicar de una vez la violencia machista, a través de políticas públicas que luchen contra esta lacra; conseguir igualdad laboral y que no exista la brecha salarial; eliminar la cultura patriarcal y la idea de que la casa y los niños son solo cosa de la mujer; y entre muchas otras cosas, luchar contra el acoso y el abuso de las mujeres en todos los ámbitos y que no se culpe a las víctimas, sino a todos los actores que no hacen posible nuestra igualdad.
Nuria F. Pienso que la igualdad se mama en el hogar. Es allí, donde se forma a las personas como tales. No como hombres o mujeres, que somos distintos, de por sí. En esa formación libre, no existe una forma de visualizar ni mejor ni peor, ni más ni menos y sobre todo, no se minusvalora a unos ni a otros. Es igual para todos. Forma parte de tí. No lo ves de otra manera. Lo llevas inyectado en vena. El que vale, vale y el que no… no. No se trata de género, sino de valor.
Mª Ángeles. No creando diferencias por razón de sexo en ninguno de los ámbitos laborales.
Cristina. Que todas las personas tuviésemos los mismos derechos indistintamente de nuestra identidad de género. Que se le diese el valor a esos trabajos de cuidados, siempre relacionados a la mujer, tan importantes para nuestra comunidad y tejido social, que cuando una mujer pide una reducción de jornada para el cuidado de sus hijos/as, padres/madres o suegros/as siguiese cotizando, de tal manera que su pensión no se viese tan descompensada en comparación a la de los hombres.
Gracias a estas mujeres valientes que en este artículo son la representación de nosotras mismas.