Javier Sáez Barrao se jubila después de treinta años de gestión en el servicio social de La Litera

“Me parece lamentable la imagen de servicio deficitario que se quiere dar. En primer lugar porque he sido testigo de que a algunos yayos les produce angustia, culpabilidad…”

“Me parece lamentable la imagen de servicio deficitario que se quiere dar. En primer lugar porque he sido testigo de que a algunos yayos les produce angustia, culpabilidad…”

Este año se han cumplido 30 años de la inauguración de la Residencia de Tamarite de Litera, y queremos comentar con Javier Sáez, el Director-Administrador durante 17 años, y posteriormente Coordinador de Centros de Personas Mayores de la Comarca hasta su jubilación total en este año, algunos aspectos de lo que ha sido este servicio en La Litera desde entonces hasta la actualidad.

Imma ―Casi jubilado, Javier, ¿qué recuerdos y experiencias te llevas de estos treinta años?

Javier ―Quisiera, primero, decir que creo que por parte de la Comarca de la Litera se debería haber conmemorado (los cumplió en diciembre) este 30 aniversario, pues que recuerde, tanto el 10º como el 20º , se celebraron. Es una manera de reconocer, por un lado a los profesionales que allí trabajan, y por otro dar a conocer a la ciudadanía la necesidad de este servicio.

De mis últimos  treinta años en activo me quedo con el recuerdo de compañeras y compañeros con los que compartí un objetivo común, con los cargos políticos que hicieron posible consolidar el servicio, con los colectivos que han estado ahí siempre, y especialmente con los yayos, incluidos a los que tuve que corregir; y también a los familiares que hacían posible que conciliáramos nuestro trabajo.

Para mi que soy muy pragmático con los números, me queda la satisfacción personal de saber que cuando administraba el centro, los resultados de mi gestión en aquellos años en los que era el Patronato de la Mancomunidad quien gestionaba el centro, fueron satisfactorios.

I ―¿Hay muchas diferencias tanto en gestión como en funcionamiento desde que en 2003 se crea la Comarca de La Litera?

J ―Yo creo que si, como era lógico, ya que hasta esa fecha solo teníamos el centro de Tamarite. La Mancomunidad creó primero un Patronato de Función Publica , que luego fue un Organismo Autónomo Administrativo, con sus órganos de Gobierno y Participación, y que por delegación gestionaba y funcionaba de forma autónoma. El Pleno de la Mancomunidad designaba al Presidente y cuatros vocales del Patronato, dándole un carácter plural. Asimismo el Servicio Social de Base formaba parte del órgano de gobierno a través de las trabajadoras sociales. En otro órgano mas amplio participaban los trabajadores del centro, los usuarios y sus familias, el Centro de Salud, Cruz Roja, etc. Llegó incluso a formar parte alguna entidad financiera que había hecho donaciones expresas. Yo creo que era una forma muy integral de concebir el servicio. El presupuesto, su ejecución y la memoria, se aprobaban en dichos órganos, para luego incorporarse a los de la Mancomunidad.

Desde que se crea la Comarca, y también debido a la apertura de la residencia de Binéfar, todo eso desaparece, ya que todo se centraliza en la Comarca, dotándose de la figura de Director del Área de Servicios Sociales y Residencias. En el organigrama de la Comarca, la figura del Delegado del Área, quién tenía toda la autoridad política en la gestión, conjuntamente con el Director del Área. Dentro del organigrama administrativo de la comarca se crea la Comisión informativa de Acción Social.

En mi opinión, fue un cambio sustancial y radical, donde los Servicios Sociales (SSB) pasaron a tener una función secundaria en los centros, a lo que habría que añadir que el papel que se me asignó como Coordinador de Centros fue vaciada de cometido, rompiéndose el carácter más social y priorizando el carácter sanitario, lo que llevó a un mal entendimiento por ser muy piramidal, nada horizontal y sobre todo casi nada integral. Eso fue fomentado con la intención de romper con todo lo que se había organizado anteriormente, y no solo porque se hubiera creado una nueva administración comarcal. En los últimos años, ciertas dinámicas han corregido algunas formas, pero hay vicios encallados difíciles de corregir, o simplemente incompetencia por parte de quien debería resolverlo.

I ―Son muchas las ocasiones en que los dirigentes políticos de la Comarca han hablado de los déficits que generan las residencias. ¿Qué opinas?.

J ―Me parece lamentable que la imagen que se traslade de un servicio tan importante sea esa. En primer lugar porque he sido testigo de que a algunos yayos les produce angustia, culpabilidad… cuando yo creo que la información que se debería dar tendría que ser la Memoria Anual del número de usuarios, servicios, actividades, y por supuesto también la memoria económica. A veces creo que hay una intencionalidad dirigida a justificar la externalización de las residencias hacia entidades privadas. Y esto, desgraciadamente, la mayoría de grupos políticos lo hacen, y en la comarca han gobernado casi todos.

Yo puedo referirme a los años en que gestioné el presupuesto, hasta 2003. A la Mancomunidad y a los Ayuntamientos no les costó ninguna aportación. Entre las tasas de los usuarios por los servicios y el convenio anual con la DGA, cubríamos el presupuesto; claro, eso sí, con una gestión directa del gasto desde el Patronato. También en algún ejercicio las donaciones de usuarios o sus familias nos permitieron ir mas desahogados, para mejorar nuestro equipamiento o servicios.

Desde esa fecha, que coincide con la apertura de la residencia de Binéfar, y hasta que las dificultades de unificar la gestión económica de los dos centros con la nueva ordenanza fiscal, el desorden del personal mal coordinado y escasamente motivado, etc., venia a confirmar lo dicho anteriormente: que los responsables políticos querían romper con cualquier forma de llevar las cosas como anteriormente. Asimismo el técnico responsable tampoco aportó nada nuevo que mejorara la situación, y como ejemplo la privatización del servicio de cocina en Binéfar, por un problema domestico de personal.

En años posteriores hubo apuestas que incidieron en la mejora económica, como han sido las plazas concertadas con el IASS, y posteriormente la ley de la Dependencia.

I ―Actualmente ¿cuáles son las fuentes de ingresos de las residencias?

J ―Pues según los datos del Presupuesto de la Comarca, las tasas por los distintos servicios a los usuarios (internos, centro de día, etc.), las transferencias del IASS por las plazas concertadas, donaciones, y algo que no se suele explicar, que quisiera detallarlo, como es la transferencia de la DGA a la Comarca por Funciones y Servicios.

Esta partida es la tan cacareada aportación de la DGA a las comarcas. En nuestro caso, cuando en 2003 se crean las comarcas, la DGA inició esta transferencia agrupando en una sola partida todas aquellas que nos llegaban a la Mancomunidad por distintas vías (SSB, cultura, administración, residencia de Tamarite, etc.), ya que en el proyecto de constitución de la Comarca se detallaban dichos servicios, y la DGA se obligó a financiar como mínimo los servicios que recogían los estatutos al constituirse.

A los usuarios que con su expediente económico-administrativo no alcanzan a pagar la tasa, se les aplica el 80% (válidos), 90% (semi) o 100% (dependientes) de su renta ordinaria, comunicándoles al final del ejercicio la deuda acumulada. Dicha deuda puede liquidarse por sus familiares o por otros ingresos propios: ventas de patrimonio, ahorros, ayudas de dependencia, etc.

En los últimos ejercicios, solo el 5% de los usuarios no paga la tasa real (la mayoría de ellos, casos de usuarios válidos o semi, de carácter social), y la deuda anual de dichos usuarios de ambos centros representa el 2,5% del presupuesto. Es importante resaltar que la aportación de los usuarios, por tasas y plazas concertadas del IASS, cubre el 93% del gasto, según la liquidación del presupuesto de 2015. La lógica nos dice que ese diferencial debe cubrirse con la parte que corresponda de la transferencia de la DGA para Funciones y Servicios.

Es importante resaltar que las plazas concertadas con el IASS tienen una buena cobertura del coste-plaza, lo que ayuda a corregir en parte a aquellas plazas, no concertadas, que no pueden pagar la tasa real .

Una buena gestión económica de los centros debe conllevar tener un numero importante de plazas concertadas; y aquellas que no lo sean, que la ayuda de la dependencia vinculada sirva para cubrir la tasa. Desde el año 2011 hubo un importante recorte por parte de la DGA, donde nos dejaron de concertar el 40% de las plazas IASS (nueva orientación hacia un convenio único en Aragón), y por parte de la Comarca no se supo pelear por mantener el anterior convenio que daba preferencia a las residencias comarcales o municipales. Ahora parece que se ha vuelto a tener otra perspectiva, tanto por DGA como en la Comarca.

Y con relación al gasto, es primordial una buena política de personal, ya que aproximadamente representa el 70~75% . Hay que tener un concepto integral del trabajo, rompiendo con los vicios adquiridos de departamentos estancos. Hay experiencias anteriores que favorecían un concepto unitario del objetivo común. Tan importante es limpiar y asear bien, como dar de comer, suministrar medicación, curar, trasladar, etc., para que el usuario se sienta bien. El apoyo mutuo en los picos de mayor trabajo es para que se programe y se organice y se haga más sostenible económicamente.

Y algo muy importante: los usuarios y sus familias quieren que haya una persona que sea referente del centro, sin que eso anule la capacidad de que unos y otros puedan dirigirse a cualquier trabajador en cualquier momento que lo necesite.

También habría que promover la participación de los usuarios y sus familias, tal como recoge el Decreto de Mínimos de este tipo de centros en Aragón, que no se ha hecho desde 2003.

I ―Y ya para acabar, ¿qué futuro le espera a este servicio?

J ―Bueno, yo creo que el futuro será el que quiera la Comarca, en definitiva sus gestores políticos.

Es cierto que constantemente oímos de que las comarcas deberían revisar sus competencias, funciones… y claro, eso muchas veces lo que hace, en mi opinión, muy a la ligera, es ir eliminando servicios (en la nuestra ya se ha hecho), para luego arrepentirse.

Luego está la realidad tozuda que es la que la ciudadanía reclama, demanda , etc., y en el caso de las residencias, los datos de la demanda de plazas que reciben las trabajadoras sociales en el SSB no decrece, sino todo lo contrario.

Pero yo creo que el futuro debe planificarse para que se hagan sostenibles, tanto socialmente como económicamente. Económicamente ya he dicho algún dato, lo cual estará en constante revisión, pero claro, sin olvidarnos que una residencia es un servicio social, que donde no alcancen los ingresos propios deberá alcanzar la entidad pública.

Y socialmente sostenible, ya que en cada momento se deberá dar respuesta a las demandas y casuísticas que se planteen. Y hoy hay dos a las que se debe dar respuesta YA: la atención especializada a la dependencia, especialmente la de déficit cognitivo (alzheimer, demencias, etc.); y la conciliación de la atención a los mayores con la vida familiar. Tenemos dos residencias con 68 y 80 plazas de residentes, y dos centros de día con 12 y 8 plazas, para ofertar una buena cartera de servicios.

Si lo logramos, la tozudez de los datos obligará a los responsables políticos a no cuestionar la necesidad de mantener este servicio en nuestra Comarca de La Litera.

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