Texto: Jaume Garcia Castro
Imagen: Jaume Garcia Castro y Dicoma
Barbastro, 22 de octubre de 2013.- Acostumbrados a oír hablar de crisis económica, nos propusimos visitar alguna empresa que fuera un ejemplo positivo para los emprendedores de la comarca. Dicoma Alzuria ha notado la crisis, como todo el mundo, pero el crecimiento constante de la empresa se ha ido consolidando a lo largo de los años de tal manera que cuando llegó la crisis tenía unos sólidos cimientos, tanto económicos como de mercado. Hoy en día sigue siendo la empresa líder en el sector de puertas seccionales en Aragón y una de las más importantes a nivel estatal. Además exporta sus puertas a diversos países, siendo Francia su principal cliente. Ahora el nuevo reto está puesto en Centro América.
Llegamos al Polígono Industrial Valle del Cinca, en Barbastro, donde está uno de los dos centros de fabricación de Dicoma Alzuria. Es un polígono atípico. Nos esperábamos encontrar la típica superficie impersonal y llena de naves industriales y calles vacías y nos encontramos en medio de lo que parece un bosque ocupado por algunas naves industriales casi ocultas por la vegetación. Es realmente agradable pasear entre árboles de entre treinta y cuarenta años hasta llegar a nuestro objetivo. La nave que ocupa Dicoma Alzuria es una de las que formaba el antiguo Parque Industrial Moulinex. Allí varios operarios están mecanizando los paneles que formarán parte de un kit de montaje de puerta seccional. Serafín Alzuria nos viene a recibir con una sonrisa en los labios y un cálido apretón de manos. Le gusta ejercer de anfitrión y nos ofrece asiento y un cortado. Allí nos explica que los dos centros de la empresa fabrican diferentes productos. En Binéfar, que es donde estaba el taller original y donde empezó la empresa a expandirse hace más de quince años, se centran en las puertas metálicas y las puertas rápidas. En Barbastro se dedican a construir las puertas seccionales que es el producto estrella hoy en día. La mayoría de parkings modernos han incorporado este tipo de puertas porque son más duraderas, casi no tienen mantenimiento y no ocupan espacio. Además, son silenciosas, aíslan mucho mejor del exterior y tienen una seguridad muy elevada con normas anti choque, anti aplastamiento y con una larga lista de normas de seguridad de ámbito europeo.
Jaume Garcia: ¿Este tipo de puerta es vuestro producto estrella?
Serafín Alzuria: Es el que más demanda tiene, sí. Podemos fabricarlo con medidas estandarizadas, pero también podemos hacerlo a medida. Digamos que con las medidas estandarizadas somos competitivos porque tenemos mucha competencia, pero en las puertas a medida somos los líderes, porque somos los únicos que lo ofrecemos.
Jaume: ¿Son muy caras este tipo de puertas?
Serafín: Pues no, hace unos años estaban un 40% más caras que ahora. En los últimos tiempos este tipo de puerta ha crecido en prestigio y se ha aumentado la producción, lo que ha abaratado los costes y eso se ha reflejado en el precio final. Además, antes este tipo de puertas solo se fabricaban en EE.UU. y en Alemania. En cambio, ahora hay muchos fabricantes en todas partes. Sólo en Huesca hay bastantes ensambladores pequeños que compran el panel por un lado y el kit de motor por otro y luego lo cortan a la medida, pero nosotros somos los líderes indiscutibles del sector porque no solo montamos, sino que fabricamos, hacemos el acabado que quiere el cliente y se lo hacemos a medida. Podemos personalizar las puertas con los colores y acabados que se quiera. Hace poco enviamos a Francia una puerta de color naranja y era para un parking de una casa particular. También les gusta mucho el amarillo a los clientes franceses.
Jaume: Es curioso que se puedan hacer las puertas a medida…
Serafín: Sí, hay una serie de medidas estandarizadas, 2.40 x 2 metros sería una de las más habituales, pero con esas medidas hay coches que no te entrarían en el parking, sobre todo los todoterrenos. Por eso cada vez más los arquitectos hacen puertas con otras medidas fuera de lo que está estandarizado. Ese es nuestro éxito en Francia, porque cada vez se tiende más a hacer puertas más grandes y allí es donde estamos dando fuerte, nuestro producto estrella es la puerta hecha a medida.
Jaume: Es precisamente en Francia donde tenéis vuestro mejor mercado, ¿no?
Serafín: Si, allí es donde tenemos mayor número de clientes, donde se aprecia el producto que fabricamos, donde no hay competencia con los productos no estandarizados, y además con un mayor margen de beneficio porque los precios no están tan ajustados como en España. Y como pueden personalizar su puerta, nunca tienen la casa igual que la del vecino. La verdad es que nos ha ido muy bien porque con el producto estándar, en Francia no somos competitivos, pero en lo fabricado a medida sí. Como hay tantos acabados siempre acaban encontrando el que les gusta… (Sonríe)
Jaume: Es curioso vuestro caso, cómo una empresa que empieza en Binéfar tiene que irse a Barbastro porque ya no tiene sitio para crecer…
Serafín: Sí. Eso nos pasó porque aún no estaba en marcha el Polígono de Binéfar, fue uno o dos años antes de que se pusiera en marcha. Como no podíamos seguir trabajando en el espacio que teníamos nos tuvimos que venir aquí. Al cerrar la Moulinex vendieron las naves y nosotros nos quedamos una de estas naves. De un año a otro prácticamente doblamos la producción y el tamaño de la empresa. Si no hubiéramos hecho esta ampliación no hubiéramos podido seguir trabajando.
Jaume: Cuesta creer que haya problemas para que la industria pueda crecer.
Serafín: Bueno, en Binéfar aún no estaba en marcha el Polígono. Estaba proyectado de muchos años atrás, pero no había parcelas. Decían que debíamos esperar dos años, pero nosotros en dos años, de haber seguido allí, hubiéramos desaparecido. Nos tuvimos que venir aquí. La verdad es que compramos las naves a muy buen precio y estaban muy bien equipadas.
Seguimos hablando un rato sobre el Polígono Industrial Valle del Cinca y de su vegetación y de lo agradable que es pasear por él y de las contrapartidas que ello conlleva, como podar los árboles cada cierto tiempo, gasto en jardinería y acondicionamiento… Pero en general la satisfacción de trabajar en un entorno agradable compensa cualquier otro aspecto.
Jaume: ¿Qué planes de futuro tenéis? El mercado español se mantiene, el mercado exterior evoluciona muy favorablemente…
Serafín: Bueno, queremos mantener el ritmo que tenemos con Francia y tirar adelante con los contactos que tenemos con Centro y Sud-América. Creo que abriremos, no una sucursal, pero sí que tenemos allí un familiar que ya se interesa por las puertas y ya tenemos varios pedidos para Panamá. Está creciendo mucho Panamá, en los últimos años crece a un ritmo de entre un 5 y un 8% anual. Creo que por ahí tenemos una buena vía de exportación.
Jaume: Tal y como lo explicas pareces el prototipo de lo que conocemos como emprendedor de La Litera… (Risas entre ambos).
Serafín: No tanto, vamos haciendo tal y como viene. Ten en cuenta que cuando algo falla aquí siempre tendremos una vía de escape en otro mercado. En Francia hacía años que intentábamos entrar y menos mal que entramos en ese mercado justo antes de la crisis y que abrimos mercado a tiempo para exportar y mantenernos productivos, porque esta crisis empezó siendo sólo de la construcción y nuestro negocio va directamente ligado a la construcción. Si no hubiera sido por Francia lo hubiéramos pasado mal.
Jaume: Las crisis son periódicas y focalizadas en territorios determinados…
Serafín: Sí, sí, esto es un ciclo. Ahora parece que estamos empezando a salir. No lo sé, yo no lo veo muy claro, pero algo se nota. Luego irá todo bien durante unos años y luego vuelta a caer otra vez.
Jaume: Lo importante será asentar bien los pilares de la empresa antes de seguir creciendo.
Serafín: Eso es lo más importante, tener la empresa bien saneada para afrontar todo lo que te pueda venir, porque si viene una tempestad no se te lleve.
Jaume: ¿Cuántas personas trabajan ahora en Dicoma Alzuria?
Serafín: Ahora somos catorce, más siete u ocho empleos indirectos.
Jaume: La puerta de entrada a Dicoma… ¿De quién es? Lo pregunto por eso de “En casa del herrero, cuchillo de palo”…
Serafín: (Se ríe) De Dicoma, naturalmente. Lo primero que hicimos al llegar fue cambiarlas. Más que nada para que si venía algún cliente les pudiéramos enseñar cómo funcionaban, así las podemos tener también de exposición.
La charla siguió un rato más. Luego Serafín nos llevó a visitar los diferentes espacios donde se hace la fabricación de los kits de puerta, la sala de pintura, la zona de mecanizado… La que más nos llamó la atención era una sala donde se montan y prueban los nuevos modelos de puerta, se les somete a pruebas y demuestran su valía en fuertes pruebas de stress industrial. Lo cierto es que estas puertas necesitan muy poco mantenimiento, sólo cambiar los muelles de las puertas cada 20.000 aperturas o cierres, es decir, una vez cada diez o doce años.
Agradablemente sorprendidos por esta historia tan positiva sobre la experiencia de ser emprendedores, abandonamos Dicoma Alzuria y el Polígono Industrial del Cinca Medio donde se halla. Hace un día precioso y ver tanto árbol nos ha dado ganas de pasear y aprovechar el calorcillo que todavía podremos disfrutar de este mes de octubre. Lo cierto es que nos ha sorprendido el lado humano de la historia y el esfuerzo que ha tenido que desarrollar todo el equipo de trabajadores para llegar a estar donde están, ocupando el puesto de honor de su sector en Aragón. ¡Y que dure muchos años más!