Romería de San Quílez, quién te ha visto y quién te ve…

romeriasanquilez201402

romeriasanquilez201402

Texto: Antonio Tobeña

Imagen: Jaume Garcia Castro (Archivo)

 

Desde siempre, el lunes de Pascua ha llevado a los binefarenses/as, residentes o emigrados, a la Sierra de San Quilez. Andando o montados. Da igual. Solos, dos o tres,agrupados, aparejados, en procesión. Da igual. Con los amigos, en familia, en carroza. Da igual. Con comida, sin comida, con alpargatas, con otro calcero. Da igual. Lunes de Pascua todos a la Sierra de San Quílez, todos a la romería. Jolgorio, juegos, jotas, visita al Santo, baile, almuerzo, bota-vino, jamón al madero ensebau. ¿Costumbre? ¿Devoción? ¿Tradición? De todo un poco. Da igual. Una tradición popular transmitida de generación en generación. Un sentimiento limpio y libre por encima de cualquier instinto de manipulación,que nunca se ha atrevido ni siquiera a existir. Algo del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.

Últimamente, desde hace unos años, ha ido disminuyendo considerablemente la asistencia a la Romería de una parte de la sociedad binefarense. Los jóvenes se han inclinado a la celebración de una velada musical de la noche anterior a la mañana siguiente. Una fiesta interpeñas en el recinto ferial con cena incluida. Con conjuntos musicales y con algarabía y fraternidad, tan respetables como dignas. La consecuencia es que a la hora habitual de subir a la Sierra, pesan más las ganas de irse a dormir que de sumarse a la tradición popular. Los menos suben con el autocar y a por el almuerzo, ambas cosas de organización municipal, y vuelven a bajar al poco, a cumplir con el sano ejercicio de dormir que les pide el cuerpo.

Cierto que los tiempos y las costumbres han cambiado, que ya no se puede hacer fuego en el monte incontroladamente y que ya existen cantidad de casetas de campo donde poder comer mejor, lo cual, cómo mínimo es al mediodía. Pero antes hay una mañana completa para sentir y practicar la tradición y entregarse a la diversión y la convivencia de toda la vida y con todo el pueblo. Había un comentario que sostenía que la mañana de San Quílez, sólo quedaban en el pueblo los recién nacidos y los enfermos, y no todos. Ahora hay que añadir a la mayoría de los jóvenes, que están durmiendo.

Es un tema y un movimiento social merecedor de una consideración y un estudio. Quizá la fiesta interpeñas sería la misma hecha la noche del sábado de Pascua y la madrugada del domingo. Y después estudiar el cambio natural de los tiempos y las costumbres y adaptarlas al gusto de la mayoría. Todo en aras de mantener una tradición, me atrevo a decir, de toda la vida. Y una tradición popular, son palabras mayores. Ojala aquí nazca un propósito de consideración y dialogo, dicho todo con la mejor de las intenciones y dirigido a… quien corresponda.

 

Tu publicidad






Banner 3
Aquí tu publicidad
Sitio web

Otras noticias

Alcampell ya tiene de nuevo supermercado

Ayer muy temprano abría las puertas lo que había sido durante décadas «Casa Paco», el supermercado de la marca SPAR en los años 70 regentado

Ir al contenido