Texto e Imagen: Jaume Garcia Castro
Binéfar, 20 de mayo de 2015.- El casco antiguo de Binéfar guarda muchas sorpresas en su subsuelo. Prácticamente todo el espacio que ocupa el núcleo histórico de la población cuenta con restos históricos soterrados bajo tierra. Cada vez que se hacen obras aparecen restos de edificaciones anteriores. Eso fue lo que pasó hace dieciséis años cuando, durante las obras de construcción de una nueva casa en el número seis de la Calle del Medio, durante los trabajos de cimentación afloraron los restos de una cia de grano. La cia era un almacén donde antiguamente se guardaba el grano para conservarlo durante todo el año.
Ante un descubrimiento de esta índole, hay que informar a Patrimonio y esperar a ver qué se hace con el hallazgo. Tras los informes técnicos, se decidió conservarla. Se sacaron del interior 40 toneladas de barro que se había ido colando durante los años arrastrado por la lluvia. Para fijar la estructura interior se hizo un suelo realizado con piedra de río. Esta cia en concreto estaba muy bien conservada y los dueños de la casa decidieron poner un par de claraboyas en el suelo para que se pudiera ver el interior desde el negocio que estaban construyendo. El negocio en cuestión era un bar de tapas y restaurante y los propietarios eran los hermanos Nieves y Manolo García. Dada la peculiaridad del hallazgo, decidieron ponerle al bar el nombre de lo que tiene en el subsuelo, pero si lo hubieran llamado La Cia buena parte del público lo hubiera relacionado antes con el cuerpo policial de los Estados Unidos antes que con un almacén de grano, con lo que cambiaron el nombre por El Aljibe, mucho más sonoro y que es otro tipo de almacén, en este caso, de agua potable.
La decoración El Aljibe está hecha con objetos históricos, fotografías, folletos, aperos y herramientas que provienen de la colección particular de los propietarios o de donaciones hechas por sus clientes. Las piedras que decoran el interior de la sala son las piedras de la casa original que ocupaba ese solar, recicladas a mano, una a una, para conservar el encanto original del lugar. Al cabo de los años, al local original se le añadió un solar que había al lado, primero alquilado y posteriormente adquirido por los García, que hoy es la preciada terraza de El Aljibe, única en Binéfar, un espacio de tranquilidad donde poder tomar una cañita u organizar cualquier tipo de evento. Esta terraza es un auténtico oasis en el centro de Binéfar puesto que no te tienes que preocupar por si pasan coches o si se escapan los niños porque sólo se puede acceder desde el local. En ella se han organizado espectáculos, encuentros profesionales, cursos, obras de teatro, conciertos, proyecciones audiovisuales, bautizos, comuniones… Las posibilidades de este espacio son muchas y la gracia con la que Nieves y Manolo elaboran sus tapas y platos hacen que la visita valga la pena.
Hoy, dieciséis años después de ese mayo de 1999 en el que abrió sus puertas por primera vez, El Aljibe es una de las realidades gastronómicas mejor valoradas por los clientes de Binéfar y alrededores. Han apostado por el principio por utilizar alimentos de primera calidad y elaborarlos de forma casera, algo muy apreciado por los clientes. Los productos con los que se cocinan sus platos y tapas son todos naturales y elaborados por ellos mismos. Todos los vegetales que se utilizan son del huerto ecológico que Manolo tiene en Monzón y cada día llega al bar con una larga lista de hortalizas y vegetales de todo tipo. El producto que se elabora es el de temporada y recogido ese mismo día, lo que garantiza la frescura y la idoneidad de su consumo.
Si Manolo se encarga del huerto, la que se encarga de la cocina es Nieves. Lleva trabajando en hostelería desde que tenía 13 años y ahora es la que, con mano experta, elabora las deliciosas tapas y platos que se ofrecen en la carta. Si alguna vez se acercan hasta allí y tienen dudas, nosotros les recomendamos las tres especialidades de El Aljibe: las migas, las setas y las patatas. Las migas las elabora Nieves con chorizo y huevo; las setas son recogidas cada día en la alta montaña por mano experta y aparecen en croquetas, revueltos o todo tipo de platos que Nieves prepara, dependiendo de las variedades de las que disponga y de la época del año; las patatas son de cosecha propia y recomendamos pedir las patatas con ajoaceite (o allioli) y las patatas bravas pero, sobre todo, la deliciosa ensaladilla. Los jueves podemos degustar algunas de estas especialidades elaboradas con paellitas individuales a precios realmente competitivos: una ración dos euros y una cazuelita para dos por tres euros. Cada semana se ofrece una especialidad diferente, pero las migas, el risotto de calamares o los revueltos de setas suelen ser las que más solicitan los clientes. Las croquetas, empanadillas, empanadones, pasteles dulces o salados y demás tapas elaboradas por Nieves siempre son una tentación a la que cuesta mucho no dejarse caer, de vez en cuando. Además, es uno de los pocos locales en los que veganos y vegetarianos tienen opciones reales de comer diferentes especialidades que van más allá de la tortilla de patatas o la ensalada variada. Nieves elabora tartas vegetales, croquetas y hamburguesas veganas que harán las delicias gastronómicas de aquellas personas que no consumen carne o pescado.
El Aljibe cumple, pues, dieciséis años. Con la llegada del buen tiempo, su terraza empezará a ser el punto de encuentro de las tardes y noches del verano, un lugar perfecto para tomar un refresco, charlar con los amigos, escuchar buena música y tomar unas tapas o cenar. ¡Feliz cumpleaños!